Tras la detención de los tres presuntos miembros del aparato militar de ETA, Asier Borrero, Itziar Plaza e Iurgi Garitagoitia, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que dos de ellos -Garitagoitia y Borrero- no sólo formaban parte de "uno de los grupos más activos de ETA", posiblemente el "más activo", sino que además eran dos liberados (a sueldo de la banda) cuya responsabilidad era la de organizar los comandos de legales que actuaban en España. Es decir, los formados por personas que no están fichadas y que tienen un trabajo y una vida aparentemente normales, pero que se encuentran preparados para atentar al recibir una orden, como si fuera células durmientes.

En cuanto a la tercera detenida en la operación, Plaza, tenía responsabilidades en el aparato militar de la banda terrorista y se cree que llevaba afiliada a la organización unos seis años.

Rubalcaba señaló que Borrero ha participado en distintos atentados como los perpetrados contra el Cuartel de la Guardia Civil en Calahorra en marzo de este año; la bomba en la comisaría de la Ertzaintza en Zarauz; los dos artefactos colocados en el Palacio de Justicia de Guecho o los dos ataques a las casas del Pueblo del PSE.

Según aseguró el ministro, "parece que fue el autor del tiroteo" contra dos gendarmes el pasado 8 de junio en la localidad de Lozere, si bien no se han encontrado pruebas que le relacionen con el asesinato de dos Guardias Civiles el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton.

En el caso de Garitagoitia, escapó de las fuerzas policiales hace unos seis meses, a raíz de una operación desarrollada por la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Guecho.

Rubalcaba señaló que "hay indicios que le relacionan con los asesinatos" del empresario Ignacio Uría y el ex concejal del PSE de Mondragón Isaías Carrasco, aunque subrayó que la investigación aún "se está desarrollando".

A Itziar Plaza, por su parte, se le imputan al menos 20 acciones terroristas en los seis años que lleva afiliada a la banda, y se le atribuye un puesto de "responsabilidad" en el aparato militar de ETA. Plaza huyó de España en el marco de la operación desarrollada durante los primeros meses de 2007 que se saldó con la desarticulación del comando Guipúzcoa.

Por otro lado, el ministro mencionó el hecho de que ninguno de los etarras sobrepasa los 30 años de edad. Según explicó, esto indica que "cada vez se les detiene antes", lo que "también justifica la juventud de sus dirigentes", si bien el destino de todos y cada uno de ellos es el mismo: prisión. "Eso, los últimos años de la actuación policial, lo demuestran clarísimamente", recalcó. En este sentido, Rubalcaba quiso lanzar un mensaje a aquellos jóvenes que se sientan atraídos por la idea de engrosar la organización terrorista: "Los jóvenes que pudieran tener en la cabeza integrarse en la banda terrorista ETA tienen que saber que su destino inmediato es la cárcel (...) porque cuando un joven pide el ingreso en ETA, tiene que tener claro que está pidiendo también su ingreso en prisión".