La comparecencia más esperada tras el descanso estival, la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a petición propia y para repasar las medidas llevadas a cabo ante la crisis económica, arrancó esta mañana con una clara declaración de intenciones: "No esperen una batería de propuestas, no tiene sentido improvisar". Aun así, el jefe del Ejecutivo anunció un plan de empleo y construcción que incluye la creación de sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario y el desarrollo de una nueva línea de mediación del ICO para impulsar la oferta de alquiler. El líder del PP, Mariano Rajoy, el primero en subirse al atril tras el presidente, ha mostrado su perplejidad "sincera" por el hecho de que el presidente del Gobierno no anunciara "nada nuevo ni relevante" en el Congreso y le ha preguntado con ironía: “¿A qué ha venido usted aquí?”.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no anunció nuevos grandes planes contra la crisis económica durante su comparecencia en el Congreso, aunque sí hizo un ejercicio de autocrítica al hablar de un "empeoramiento de la coyuntura" y utilizar términos como "difícil y complicada situación".

El jefe del Ejecutivo ha reconoció que la situación que "viven muchos ciudadanos" es todavía "complicada", y aclaró que el Gobierno permanecerá "atento" ante las circunstancias en las que se desarrolla la crisis.

En este contexto lanzó al aire dos nuevas medidas para fomentar el mercado de la vivienda: en primer lugar la creación de dos sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, que tendrán un régimen fiscal favorable y aportarán liquidez a las empresas del sector; y en segundo lugar, lo más novedoso, una nueva línea de créditos ICO para impulsar la oferta de alquiler aumentando el plazo de los préstamos concedidos a los promotores de viviendas para construir a cambio de que las destinen durante un tiempo al alquiler. A esta partida se destinarán unos 3.000 millones de euros, aunque se prevé que puede alargarse el montante si la respuesta de los constructores es positiva.

La lucha contra el paro centró gran parte de la comparecencia de Zapatero en el Congreso. En su opinión el desempleo es el "mejor termómetro" para conocer el avance de la economía. "Cada persona que no encuentra empleo o pierde el que tiene representa un fracaso colectivo", añadió Zapatero,

Uno de los sectores más golpeados por la destrucción de empleo es la construcción (un 70% más en 2008); por ello, el jefe del Ejecutivo ha anunciado que los 100.000 nuevos parados de agosto en este sector contarán con la reorientación entalleres de empleo gestionados por las formaciones locales. El Gobierno quiere que estos desempleados trabajen en actividades de interés colectivo, como la prevención de incendios, la rehabilitación de viviendas sociales, la conservación de espacios naturales o determinados servicios a la comunidad y a colectivos con dificultades.

Tras repasar los malos datos macroeconómicos de la actual coyuntura, Zapatero se agarró al clavo de la mejora en el índice de confianza de los consumidores y el ligero frenazo de la inflación, ahora por debajo del 5%. En este apartado, el presidente del Gobierno auguró que el IPC se situará por debajo del 4% al final de año gracias a la caída de los precios del petróleo en torno a los 100 dólares el barril. A pesar de las malas cifras macroeconómicas, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que su Gobierno elevará las pensiones un 6% en 2009.

Para todo ello Zapatero fijó cuatro pilares en el plan de actuación del Gobierno para la recuperación económica: competitividad para las empresas, políticas sociales, diálogo social para el empleo, y austeridad.

Durante su segundo turno de réplica, Rodríguez Zapatero insistió en que la causa del estancamiento de la economía española tiene su origen en la crisis hipotecaria de Estados Unidos "que ha provocado que el sistema financiero internacional haya restringido el crédito y haya dificultado la financiación a todos los niveles y en todos los países". Por ello rechazó las criticas del Partido Popular de inacción y aseguró que estas criticas muestran una notable falta de rigor "rayana en la ausencia absoluta de un mínimo de seriedad".

“¿A qué ha venido?”

El líder del PP, Mariano Rajoy, el primero en subirse al atril tras el presidente, mostró su perplejidad "sincera" por el hecho de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no anunciara "nada nuevo ni relevante" en el Congreso y le ha preguntado con ironía: “¿A qué ha venido usted aquí?”.

El presidente del PP ha exigido a Zapatero que termine ya con la "pasividad" de su Gobierno, para que comience a tomar medidas. "Nadie le tomará en serio mientras no tome medidas serias", dijo Rajoy a Zapatero, al tiempo que ha le ha acusado de "ocultar" la crisis y de "sembrar desconfianzas a manos llenas".

El líder popular ha atacado los planes de fomento del empleo del Ejecutivo argumentado que "no entiendo que haya más énfasis en desarrollar subsidios que en crear empleo". Además, exigió la contención presupuestaria, algo "que usted no se atreve a hacer ya que ha asumido demasiados compromisos políticos con otras formaciones".

"Nosotros abogamos por que los presupuestos no crezcan más de un 2%", ha afirmado Rajoy. Un aspecto al que le ha contestado que el presidente en el turno de réplica asegurando que mantener el incremento del gasto por debajo del 2% implicaría congelar el salario de los funcionarios y paralizar la mitad de las obras del AVE en marcha.

Rajoy asegura que los anuncios de Zapatero sobre medidas anticrisis son "mucha venta de la misma mercancía". "Usted se ha limitado a gesticular y hacer promesas para ganar tiempo y esperar a que escampe", acusó el líder del principal partido de la oposición, quien en su turno de replica aseguró con ironía que el presidente del Gobierno es "infalible" porque echa las culpas de todo lo que pasa en España a todo lo que le rodea "sin asumir responsabilidades ni reconocer errores cometidos".