Los miembros del Gobierno han sido en un principio reacios a comentar la noticia sobre los papeles, si bien, algunos de ellos han dejado algunas frases o gestos sobre el asunto. El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha dicho que él pone "absolutamente la mano en el fuego" por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, porque es una persona "honrada y honesta". Fernández ha expresado esa total confianza hacia el jefe del Ejecutivo en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Senado tras participar en la sesión de control al Gobierno.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ante la misma pregunta de los periodistas, se ha limitado a señalar que él pone la mano en el fuego por el aceite español, que es lo que está haciendo. Posteriormente ha arremetido contra los socialistas cuando ellos, ha dicho, son responsables del "espectáculo pavoroso de los ERE".

Por la mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha admitido que es "obvio" que el caso Bárcenas no ayuda a la imagen de España. Casi al mismo tiempo, desde Bruselas, el titular de Economía, Luis de Guindos, negaba, por el contrario, que el caso esté afectando a la confianza de los mercados en España y en su "estabilidad política". El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha optado por su parte por subrayar el respeto que su partido y el Gobierno tienen ante las investigaciones judiciales que afectan al PP.

Otros dirigentes regionales han coincidido en pedir celeridad a la justicia. "Ya es hora de conocer la única opinión relevante, que es la opinión de la justicia", ha dicho el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para quien "comentarios y ríos de tinta sobre este asunto hay muchos" pero "la decisión de la justicia" es la que esperan los populares. En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, quien tras reclamar a Bárcenas que se deje de "entregas" ha instado a la Justicia a actuar "con mayor celeridad" para evitar que estos casos "duren y duren años y no se acaben de resolver por los tribunales".