El ex vicepresidente del Gobierno y fundador del partido Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, se negó ayer ante el juez Santiago Torres a identificar a los agentes que investigaron el caso Gürtel, a los que acusó de formar "una camarilla de la Policía Judicial dedicada a preconstituir pruebas", y aseguró que "no se refería a nadie en concreto", informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Álvarez-Cascos, que declaró durante alrededor de una hora ante el titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, no quiso realizar manifestaciones ni a la entrada de las dependencias judiciales, a las que accedió por la puerta principal, ni a la salida, que tomó por una puerta lateral. "Quiero ser amable. No voy a hacer declaraciones", se limitó a decir.
Durante su comparecencia, el ex ministro de Fomento alegó que sus acusaciones se dirigían contra un "grupo de agentes que seguían dictados políticos" aunque no aportó ningún nombre porque, según argumentó, no se refería a "nadie en particular" y, además, no los "conoce".
Álvarez-Cascos, que continúa imputado en la causa, contestó a todas las preguntas formuladas por el juez instructor y por la fiscal María Pilar Sánchez Roldán, que no solicitó ninguna medida cautelar al considerar que no hay riesgo de que el ex vicepresidente tenga la intención de sustraerse a la acción de la Justicia.
El político asturiano también aseguró que no quiso "faltar al respeto" a la autoridad judicial, al no acudir el miércoles a la citación del juez Torres. "Llevo 30 años dedicado a funciones públicas y siempre he manifestado un exquisito respeto por el Estado de Derecho", dijo Cascos, que se arriesgaba a ser detenido si tampoco hubiera comparecido ayer ante el juez.
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