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España

Alberto Garzón cree que el gobierno de Puigdemont "tiene los días contados"

  • El coordinador federal de Izquierda Unida no ve sentido al apoyo que presta la CUP al presidente de la Generalitat y acusa a Rajoy de usar el desafío soberanista para sacar rédito.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, considera que el Gobierno de la Generalitat de Cataluña que preside Carles Puigdemont "tiene los días contados" ya que, a su juicio, su pacto con la CUP "no tiene sentido" y lo convierte en un Ejecutivo "frágil" y de "artificio". "Tiene una serie de contradicciones internas irresolubles y además es expresión de un momento político muy volátil de Cataluña", ha explicado el líder de IU en una entrevista, en la que ha manifestado que él "nunca" le ha visto el sentido al acuerdo sellado entre el partido "que defiende los intereses de la oligarquía catalana" y "la izquierda que representa a las clases populares", aunque sea independentista. 

Éste es el motivo por el que, según Garzón, el Ejecutivo fruto de ese pacto no va a durar y sólo es el resultado del momento político concreto y "volátil" que vive Cataluña, y que va a seguir cambiando "a una velocidad muy importante". "Ni nos hemos quedado, ni nos vamos a quedar en esta situación", ha manifestado, para añadir que, prueba de esos cambios, es el hecho de que la antigua Convergència haya pasado de ser "el sostén de gobiernos del PSOE y del PP en el Estado" a formar parte del Grupo Mixto en el Congreso, sin voz ni visibilidad independiente. De hecho, Garzón considera que el espacio político de la derecha catalana "va a seguir menguando". 

El diputado de Unidos Podemos también ha tachado de "juegos de artificio" la actitud que está tomando el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy para hacer frente al desafío soberanista del Parlament y el Ejecutivo catalán. "Estamos viendo una representación electoral", ha asegurado en relación con las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para frenar el proceso de "desconexión", como la apelación al Tribunal Constitucional a que tome medidas contra el Parlament. 

A su juicio, el PP está utilizando esta coyuntura para "llamar a los supuestos partidos constitucionalistas" y sacar rédito de cara a los próximos procesos electorales pero también en las negociaciones para la investidura de Rajoy. "No olvidemos que en el Parlament hay una moción de confianza (28 de septiembre) y puede haber elecciones anticipadas, ni que hay elecciones en Galicia y en País Vasco y que estamos sin gobierno", ha avisado. 

De hecho, el líder de IU ha alertado de que acudir a los jueces no es la solución para dar respuesta a la crisis territorial en Cataluña, sino que es un asunto que se debe resolver "desde la política de la negociación". "Sólo cuando se sienten a hablar se podrá resolver", ha afirmado. "La resolución que se aprobó en el Parlament es papel mojado desde el primer momento. Todo lo que sea judicializar puede ser interpretado de una u otra forma, pero en última instancia no es ir al origen del problema. La resolución es un papel que expresa un síntoma de que hay un problema profundo en Cataluña", ha explicado.  

En este sentido, Garzón ha avisado de que el auge del independentismo es sólo el "síntoma" de la "enfermedad" y el "problema real" que supone el conflicto que existe en Cataluña, que sólo se soluciona, a su juicio, con el diálogo y la negociación política. "Lo importante es ir al conflicto. Lo judicial está bien o mal, no voy a entrar en eso, pero lo judicial sólo ataca los síntomas, va contra una resolución, pero los jueces no van a resolver el problema de Cataluña en ningún caso", ha sentenciado. 

En esta línea, ha asegurado que cuando "un porcentaje de la población de Cataluña quiere marcharse", la solución "no es meterlos a todos en un juicio" sino "hacer que esa gente no se quiera ir". "Eso es hacer política, por eso necesitaríamos un gobierno que tomara ejemplo de otros gobiernos que han podido acertar en este caso, como el de Reino Unido con Escocia o el de Canadá", ha defendido. 

"En vez de seguir judicializando y alimentado los extremos que están planteando, desde un lado, el independentismo más hostil a la solidaridad entre pueblos, y desde otro lado, el nacionalismo anticatalán, lo que hay que hacer, como un gobierno responsable, es sentarse en una mesa y negociar un modelo de Estado diferente, porque está claro que el actual genera una serie de problemas que son sociales y políticos", ha advertido. 

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