Vecinos de Pescadería, en El Puerto: “No vamos a malvender nuestros hogares”
La intercomunidad de los bloques que Suvipuerto quiere comprar para derribarlos y hacer una plaza pública cree que el acuerdo está aún muy lejos
Suvipuerto compra las cuatro primeras viviendas y el primer local del edificio de La Pescadería, para poder hacer la nueva plaza y el puente

El Puerto/Hace algunas semanas la empresa municipal de Suelo y Vivienda, Suvipuerto, anunciaba la adquisición de cuatro viviendas y un local en los pisos de Pescadería, donde el Ayuntamiento pretende promover una nueva plaza pública.
La intercomunidad de propietarios de los bloques, formada por los dueños de los 32 pisos y seis locales repartidos en cuatro edificios, solo tiene constancia de momento de la venta de un piso en una cuarta planta, que se ha vendido por 105.000 euros y del local donde se ubicaba la heladería Ben&Jerry, con lo que serían dos los propietarios que han accedido hasta el momento a vender sus inmuebles.
Los vecinos que residen desde hace años en estos bloques relatan cómo desde 2011 conviven con el pésimo estado del solar que resultó del derribo de los primeros bloques, cuyos vecinos fueron realojados en las viviendas municipales de Menesteo. Desde entonces la plaza, cuyo proceso de expropiación no se ha llegado a concluir, tras la anulación del PGOU de 2012, se encuentra abandonada y en un estado deplorable, pese a su excelente ubicación junto al paseo fluvial.
Los vecinos accederían a irse a los nuevos pisos de La Puntilla, como se acordó en pleno en 2023
La intención municipal siempre ha sido hacerse con estas viviendas para proceder a su derribo y crear la nueva plaza de la Pescadería, donde desembocará además el puente rodado previsto sobre el Guadalete. Tras años de negociaciones, el acuerdo estuvo sobre la mesa en septiembre de 2023, cuando el pleno municipal aprobó por unanimidad el convenio de La Puntilla con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), que contemplaba la construcción de 44 Viviendas de Protección Oficial en La Puntilla a las que los vecinos de Pescadería sí accedían a irse. Ahora, sin embargo, la empresa municipal está negociando con los propietarios prácticamente de uno en uno, con unos métodos que la intercomunidad tilda de poco éticos, ya que la mayoría de las personas que residen en estas viviendas son mayores y se asustan ante la posibilidad de perder sus casas.
La nueva propuesta de Suvipuerto es realojar a los vecinos en la casa de Roque Aguado, que se ha adquirido también recientemente por parte municipal, pero no saben ni cuántas viviendas saldrán, ni cómo serán, ni ningún otro detalle.

También recuerdan desde la intercomunidad que el nuevo puente se podría construir sin tener que tocar sus viviendas, y advierten que, en caso de que uno solo de los propietarios se niege a vender su casa, habría que acometer un proceso de expropiación forzosa que podría prolongarse durante años.
“No nos oponemos al desarrollo de la ciudad”, explican los responsables de la intercomunidad, pero añaden que “no vamos a malvender nuestros hogares. Si quieren que nos vayamos a La Puntilla nos iremos, porque fue a lo que accedimos, pero si es por las malas esto puede tardar siete u ocho años”, advierten.
En los últimos meses se ha estado haciendo una tasación municipal de las viviendas, algunos propietarios han permitido el acceso de los técnicos y otros no, pero desde la intercomunidad creen que no ha sido una tasación neutra y no están conformes con el documento que se les ha hecho firmar a algunos propietarios, dandose por enterados de la tasación de unas viviendas que tienen una ubicación privilegiada, muchas de ellas reformadas y con superficies de entre 70 y 100 metros cuadrados. Desde la intercomunidad de propietarios consideran que las negociaciones deberían realizarse “con luz y taquígrafos en reuniones públicas”, porque creen que la negociación puerta a puerta podría resultar intimidatoria para algunas de las personas mayores que residen en los bloques. “Nosotros no tenemos prisa”, señalan los representantes de los vecinos, e insisten en que están dispuestos a esperar a la construcción de las viviendas de La Puntilla para dejar sus actuales casas, tal y como se acordó hace menos de dos años.
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