El Alambique

El puerto de la ilusión

El refugio de los vientos y las mareas, todos tenemos ese Puerto seguro en el que refugiarnos. El cobijo de cada Puerto es fundamental para descansar, reponer fuerzas, reparar los daños de los temporales y sobre todo, para sentirse seguros cuando arrecian las tormentas.

Eso me lleva a pensar en un Puerto de Ilusiones, un Puerto en el que brillando como brilla no solo la Navidad, nos podamos sentir seguros. Poco a poco las ilusiones se van renovando, el Puerto seguro con el que todos soñamos, comienza a ser la ilusión de algunos, y como todo Puerto, no dejan de llegar vientos y mareas tronantes tratando de destruir todo lo que se halle al abrigo de ese Puerto.

Curiosamente, vivimos en una ciudad cuyo nombre nos permite vivir esa realidad. El sueño irreal de un Puerto al abrigo del mal, que en cada mente se esconde, aquí se materializa en algo que puede ser compartido y común. La vida, las ilusiones, los Puertos seguros son una realidad cotidiana que todos vivimos, cada cual, en su propia experiencia, y en esa misma experiencia, todos sentimos los embates de vientos que tratan por todos los medios de rompernos las ilusiones y los sueños.

En las fechas en las que estamos, en donde la falsa sonrisa y traidor abrazo se encuentran con la verdadera amistad y amor, conviviendo ambas con dosis de humanidad y sentido común, es bueno repasar que todos y cada uno de nosotros somos personas con ilusiones y sueños.

Duda no me cabe si pienso en quien queriendo ser viento y tormenta en otros momentos fue refugio ilusionado. Todos debemos aprovechar el momento para hacer un análisis propio y pensar en que, si realmente todos sintiéramos esa ilusión por nuestro Puerto seguro, la convivencia sería más pacífica y agradable. En estas fechas ilusionémonos con este Puerto seguro lleno de sueños, que al amparo de la tormenta intentan abrirse camino, pasando de algo fruto del sentimiento a algo real y tangible.

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