La motorada en El Puerto ya no es lo que era hace unos años, tanto para lo bueno como para lo malo. Si es cierto que el ciudadano de a pie está en general mucho más satisfecho por el mayor control que existe en estos momentos para evitar desmanes en la ciudad, el sector de la hostelería ha notado un cambio en las costumbres de los moteros, con un público más selecto pero inferior en número, a lo que hay que sumar ahora la incidencia de la crisis económica.

Así, a diferencia de lo que venía siendo la tónica habitual hace algunos años, cuando los hoteles se reservaban automáticamente de un año para otro, cuando falta menos de un mes para la próxima cita motera, el primer fin de semana del mes de abril, la mayoría de los hoteles de la ciudad aún tienen plazas libres para esas fechas, algo impensable hace tan solo un par de años.

Algunos establecimientos locales ya han colgado el cartel de completo para esos días, como ocurre por ejemplo con el hotel Los Cántaros, y en otros quedan habitaciones pero no demasiadas, alrededor de una decena en el caso del Monasterio de San Miguel y alguna más en el hotel Santa María. Desde estos dos últimos establecimientos no tienen ninguna duda de que al final los hoteles se llenarán, pero cada vez cuesta más. A pesar de ello, los hoteles siguen teniendo durante ese fin de semana los precios más altos de todo el año, superiores incluso a los del mes de agosto, el mes de vacaciones por excelencia. La tarifa que se aplica durante la motorada desde hace ya varios años es la de temporada extra, y por poner un ejemplo, si una habitación doble de tipo medio cuesta en el mes de agosto 180 euros, el fin de semana de la motorada la misma habitación cuesta 250 euros. En algunos hoteles, estos precios de temporada extra se mantienen también para otras citas festivas, como por ejemplo la Feria de Jerez.

Los propios responsables de los establecimientos hoteleros consultados reconocen que en estos últimos años han notado mucho el cambio de público que acude a la motorada. La mayoría de los clientes más fieles que reservaban sus habitaciones de un año para otro siguieron viniendo a pesar de las restricciones en materia de circulación y acceso al centro de la ciudad y el mayor control policial. Sin embargo, lo que no lograron las restricciones municipales lo ha conseguido al final la crisis, y es que muchos de estos habituales poco a poco fueron fallando y cada vez cuesta más trabajo tener todas las habitaciones vendidas con tanta antelación. Pero a pesar de todo, los hoteles consideran que las medidas que han venido a 'civilizar' la motorada en El Puerto han sido positivas, ya que como dicen en alguno de estos establecimientos "se trata de acercar posturas entre todos y conseguir un equilibrio", señalan.

Por otro lado, los establecimientos locales están satisfechos por cómo se ha desarrollado el último fin de semana, coincidiendo con el Carnaval de Cádiz. La noche del pasado sábado prácticamente todos los hoteles colgaron el cartel de completo, bajando algo la ocupación durante el viernes y el domingo. El buen tiempo que ha reinado en la Bahía de Cádiz pese a los malos augurios y algún que otro chaparrón aislado han contribuido a que la ocupación fuera más que buena, ya que como dicen los empresarios del sector, cada vez más gente espera a última hora para concretar sus reservas, a la espera de que las previsiones meteorológicas sean halagüeñas.