La Casa de la Aduana de El Puerto tendrá uso residencial, con 40 nuevas viviendas
Los trabajos de consolidación llevan ya meses en marcha, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha anunciado la construcción de viviendas
Recuperando la antigua Aduana de El Puerto

La Casa de La Aduana tendrá finalmente un uso residencial tras su rehabilitación. Desde el pasado verano el inmueble está sometido a obras de por parte de los nuevos propietarios, con el objetivo de transformar este emblemático edificio del centro histórico en un conjunto de viviendas, tal y como se ha anunciado ahora.
El alcalde portuense, Germán Beardo, ha visitado los trabajos junto a la teniente de alcalde de Urbanismo y Casco Histórico, Danuxia Enciso, y los arquitectos redactores del anteproyecto de rehabilitación integral de este emblemático edificio, propiedad de la sociedad Palacio de la Aduana S.L.
El documento técnico contempla todas las actuaciones necesarias para recuperar los valores arquitectónicos del inmueble y su transformación en un espacio habitacional, con una intervención que abarca los 4.000 metros cuadrados construidos.
El anteproyecto incluye la creación de un máximo 40 viviendas, modulables según la demanda final, distribuidas entre planta baja, entreplanta y primera planta. El acceso a las viviendas se realizará a través de los patios centrales y las arcadas originales, respetando la tipología histórica del edificio. Asimismo, se recuperarán elementos de gran valor como los soportales originales hacia la Plaza de la Pescadería o el templete de la cubierta, que será desmontado y restaurado pieza a pieza.
Germán Beardo ha destacado que esta rehabilitación “no solo recupera un edificio histórico en ruinas, sino que devuelve a la ciudad un espacio de gran valor patrimonial y urbanístico, mejorando la conexión del casco histórico con el río Guadalete, y respondiendo a la demanda actual del uso residencial necesario para llenar el centro de vida y actividad", y añade que "este es otro gran proyecto que da cumplimiento al compromiso de este Gobierno con el centro histórico y que vuelve a demostrar que el Peprichye está siendo un verdadero motor de transformación, dinamización y confianza para los inversores que eligen El Puerto como destino para proyectos de valor”.
Por su parte Danuxia Enciso ha explicado que durante años el inmueble ha sufrido un grave deterioro por abandono, motivo por el cual fue objeto de varios expedientes de disciplina desde 2011, sin que la anterior propiedad ejecutara las obras necesarias. Desde marzo de 2024, la nueva sociedad propietaria ha impulsado una batería de estudios técnicos rigurosos —estructurales, arqueológicos, geotécnicos e históricos— que han permitido iniciar los primeros trabajos. Entre ellos destacan la retirada de elementos colapsados, la instalación de más de 900 puntales y la limpieza y aseguramiento de las fachadas, entre otros.
La actuación contempla un Plan General de Reforma y Acondicionamiento para uso residencial, además de la ejecución de las obras de consolidación estructural y de cubiertas, dando así cumplimiento a los requerimientos dictados por el Ayuntamiento a través del Servicio de Disciplina Urbanística, para garantizar la seguridad y estabilidad del inmueble.
La Casa de la Aduana, que data de 1797, se encuentra entre las calles Micaela Aramburu de Mora, Maestro Domingo Veneroni y la avenida de la Bajamar, junto a la Plaza de la Pescadería. Fue construida por el comerciante Pedro Pumarejo sobre los restos de la Real Fábrica de Aguardientes y Licores, y está considerada una de las joyas del neoclasicismo portuense y de la Bahía de Cádiz.
Su imponente fachada principal, de estilo neoclásico, se orienta hacia la Plaza de la Pescadería, una manzana históricamente clave como espacio libre público de conexión entre la antigua lonja, conocida como El Resbaladero, y la Ribera del Río, tal como recoge el Plano Geométrico de 1865 levantado por Miguel Palacios y Guillén.
El proyecto tiene como objetivo la rehabilitación integral del edificio. La intervención supondrá una puesta en valor significativa, ya que las fachadas, especialmente la principal, devolverán a este entorno su carácter monumental e histórico, lindando con el Paseo Fluvial y mirando al Guadalete.
Dicha intervención se enmarca dentro del Peprichye (Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Conjunto Histórico y su Entorno), aprobado en junio de 2021, que regula todas las actuaciones en el Casco Histórico. Además, la operación está sujeta a la aprobación de la Comsepe (Comisión Local de Patrimonio Histórico), órgano competente en la autorización de intervenciones en todo el ámbito de este BIC (Bien de Interés Cultural), para viabilizar proyectos a la vez que velar por la protección del patrimonio histórico.
También te puede interesar
Lo último