El Puerto

"Los barcos llevaban en el puente la Virgen del Carmen"

  • El marinero jubilado Mariano Vigoy García será nombrado el domingo Hombre del Mar 2010 en la parroquia de San Marcos

El marinero jubilado Mariano Vigoy García ha sido nombrado Hombre del Mar 2010, un reconocimiento a una vida de trabajo en la pesca que concede cada año la Hermandad del Carmen. El marinero recibirá el próximo domingo el homenaje del sector pesquero en la parroquia de San Marcos, donde se celebrará una misa a las 12:30 horas y posteriormente el acto donde se le concederá una distinción que recibe "con satisfacción y alegría". El propio homenajeado, de 68 años de edad, pertenece a la hermandad, en la que durante años cargó el paso de la Virgen y donde colabora de forma especial desde que se jubiló.

Aunque comenzó de niño en la hostelería como camarero en el restaurante Antigua de Cabo, Mariano Vigoy ha pasado toda una vida como marinero y patrón en los barcos pesqueros portuenses y posteriormente en un buque congelador con base en Las Palmas de Gran Canaria.

Su vida como marinero comenzó en 1962 en un barco de cabotaje y carga, después pasó a embarcarse en los pesqueros, donde el trabajo era duro entonces. Los barcos iban a la costa atlántica africana (Sáhara y Mauritania) durante 40 o 50 días seguidos (una 'marea'), para regresar a su puerto de origen, reparar, cargar combustible y volver a salir: "Eran barcos de madera, pequeños; íbamos escasos de lo más necesario, el agua potable. Se lavaba uno muy poco. Yo he pasado mucho en esos barcos", confiesa el marinero. No obstante, pese a las estrecheces y los sinsabores, la patrona de los marineros siempre estaba presente en los barcos: "En los pesqueros había una gran devoción hacia la Virgen del Carmen. No había un barco de El Puerto que en el puente no tuviese su capilla con la Virgen del Carmen y muchas veces nos tuvimos que encomendar a Ella", reconoce el homenajeado.

Cuando comenzaron los desguaces de los pesqueros gaditanos, se trasladó a Las Palmas para trabajar en un buque congelador. Las condiciones laborales mejoraron (tenían camarote y agua para asearse), pero no las jornadas de trabajo. "Pasaba hasta diez meses sin venir por El Puerto. Sólo tenía vacaciones en las paradas biológicas. Yo he pasado muchas navidades y muchos primeros de año en la mar. Me he perdido muchas cosas, incluso las comuniones de mis tres hijos", concluye Mariano Vigoy.

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