Fue el 2 de marzo de 1989, hace más de 25 años, cuando cuatro personas con problemas de movilidad se unieron para dotar a El Puerto de una asociación que "cubriera las necesidades de las personas con discapacidad física", a través de "servicios a medida y bajo principios de calidad, profesionalidad y solvencia". La entidad recibió el nombre de Asociación La Gaviota para Discapacitados Físicos.

Desde ese momento Alfonso Álvarez, Filiberto Clares, María Dolores Fernández, y Ramón Otero, comenzaron a trabajar en un local de la calle Revolera que había sido cedido por el Ayuntamiento de la época, aunque no contaba con las adaptaciones precisas para sus necesidades. Poco a poco, y tras mucho esfuerzo, comenzaron a ser visibles para la sociedad, aunque tuvieron que llamar a muchas puertas de personas que se encontraban en su misma situación para poder sacar adelante esta entidad, declarada desde hace unos años de Utilidad Pública por la Secretaría General Técnica del Ministerio del Interior.

Llegados los años 90, la asociación La Gaviota cambió de ubicación, trasladándose desde la zona de Crevillet hasta el casco antiguo, a la primera planta del número 9 de la calle Pedro Muñoz Seca, donde se encuentran varias concejalías, entre ellas Bienestar Social e Igualdad. A pesar que desde el año 1982 existe una Ley de Integración Social de los Minusválidos, 13/1982 de 7 de abril, el equipo de Gobierno de aquellos años hacía caso omiso a la mayor parte de las reivindicaciones que desde La Gaviota se lanzaban. El objeto principal entonces era adaptar los diversos espacios públicos para el tránsito de personas con diversidad funcional, ya que las nuevas construcciones que se ejecutaron en esos años no se adecuaban a la ley establecida.

Sin embargo, con el paso del tiempo y con las distintas revisiones que se han ido aplicando a esa Ley, llegando incluso a aprobarse el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se conforma el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social, parece que el Ayuntamiento está tomando conciencia de las dificultades de este colectivo. En diferentes ocasiones, ha llegado incluso a contar con la estrecha colaboración de la entidad a la hora de realizar cualquier tipo de obra en la vía pública.

La Gaviota es una ONG que es financiada con la cuota que pagan sus socios, y que es de 4 euros al mes. Aunque gracias a ayudas institucionales puntuales, y a las de empresas privadas, como puede ser la Obra Social de La Caixa, pueden desempeñar diferentes programas que ayudan a integrar a estas personas en una sociedad cada vez más concienciada con sus diferentes necesidades, aunque desde la asociación se afirma que "aún hay mucho por hacer". Programas como 'Hidro-sport', que ha cumplido este verano su décima edición, 'Labora 2.0', o 'Evita los riesgos', son sólo algunas de las actividades que se han desarrollado en los últimos años.

La integración en el mercado laboral de este colectivo es una de las prioridades de esta entidad, y por ese motivo La Gaviota cuenta con una bolsa de empleo en la que consigue que casi una treintena de usuarios sean contratados anualmente por diversas empresas portuenses. Además, reciben un servicio de coaching personalizado que les ayuda a orientarse en el complicado mercado laboral.

La profesionalidad, la calidad, la transparencia, la participación, o la independencia, son sólo algunos de los valores con los que se fundó la Asociación La Gaviota para Personas con Diversidad Funcional, hace más de 25 años. Valores que hoy en día siguen más vigentes que nunca gracias al trabajo que realiza la junta directiva, los socios y los voluntarios con los que cuenta la entidad.