El palacio de Araníbar se encuentra a la espera de su reversión al Ayuntamiento, un proceso que a todas luces no se agiliza lo suficiente.

El histórico edificio construido en el año 1660 y considerado como una las casas palacio más importantes del patrimonio de El Puerto parece flotar en un limbo administrativo que está creando situaciones de riesgo para la integridad del monumental inmueble. Ayer, se encontraban amontonados en el patio de la antigua sede judicial numerosos enseres, trozos de mobiliario, desechos de oficina y papeles, que según testigos consultados por este periódico llevaban allí almacenados desde hace ya algunas semanas, y que según asegura la delegación provincial de Justicia "comenzaron a ser desalojados ayer en varias camionetas".

El abandono y riesgo evidente en que se encuentra el edificio, donde se conserva un valioso artesonado mudéjar, se manifesta también en sus exteriores, objeto de pintadas y que están perdiendo algunas de sus piedras de fachada. Al interior de Araníbar, la delegación de Justicia trasladó además a mediados de abril numerosos legajos judiciales que según aseguró la delegada Blanca Alcántara regresaron de Sevilla a la propia sede judicial "después de ser digitalizados", además de otros muchos expedientes que "de forma provisional estaban en los nuevos juzgados de Las Salinas".

Por su parte, el Ayuntamiento se encuentra a la espera de la reversión, para lo cual según el Consistorio "sólo falta firmar el acta de traspaso", una vez que el pleno dio el visto bueno para solicitar el retorno del inmueble al patrimonio local.

No obstante, parece existir algunas dudas sobre cuál es la delegación que tiene actualmente la titularidad del edificio. En este sentido, un error en el procedimiento iniciado por la anterior Corporación obligó a comenzar de nuevo todo el proceso para la reclamación del monumento. El error en el expediente consistió en que el equipo de Gobierno de IP solicitó la reversión a la Administración Central, cuando el inmueble pertenece a la Junta de Andalucía, tras un Real Decreto de 1997.

No obstante, el Ayuntamiento asegura que desde la concejalía de Patrimonio, la edil Leocadia Benavente "está trabajando al máximo para que se agilice el proceso de reversión". El palacio de Araníbar fue abandonado como sede de los juzgados en noviembre de 2006, tras trasladarse dichas dependencias al polígono de Las Salinas. Aunque regrese a manos municipales, el edificio tendrá que ser compartido entre el propio Consistorio y la Junta de Andalucía, que ha instalado allí un almacén para archivos judiciales.