El reloj marcaba poco más de las 21:00 horas de la noche cuando la parroquia de San Joaquín abría sus puertas. Esta estampa, tan típica de meses como marzo y abril, no es nada habitual en pleno agosto. La cosa se volvía un tanto más atípica con el sonido de los cohetes rocieros. La Virgen del Rocío salía en procesión. 

Vestida de pastora, y con total elegancia y sobriedad, la Blanca Paloma salió por fin al encuentro de sus fieles que durante muchos días esperaban este momento con total ilusión. En esta ocasión el despliegue ha sido mayor que en otras ocasiones, ya que la cita coincidía con la celebración del 60 aniversario de la Hermandad (datada del siglo XVII y refundada en 1959). Estas ganas se notaron desde el principio cuando en el propio momento de la salida, justo en la calle Cielo, un grupo de devotos realizó un petalada desde un balcón. A ello le siguió la primera de las muchas sevillanas que la imagen recibió a lo largo de todo el recorrido, como la que la artista Aroa Cala dedicó a la altura de la calle Vicario. Asimismo, la imagen iba acompañada por numerosos hermanos y hermanas (que aprovecharon la ocasión para desempolvar de sus armarios las mantillas blancas). Todo ello, unido a las guirnaldas que decoraron el recorrido y a los siete arcos (con los escudos de los Ayuntamientos de El Puerto, Villamanrique, Almonte, el de la propia hermandad de Nuestra Señora del Rocío, y otros tres escudos con el Ave María), han ocasionado que este evento -que se repite cada siete años- haya sido todo un éxito.

Igual de emotivo fue el momento vivido dentro de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Los Milagros donde la Hermandad llevó a la Virgen del Rocío hasta la capilla de la Patrona portuense. Allí se vivió un momento muy especial donde la devoción portuense -muchas veces compartida pero nunca dividida- pudo disfrutar de la unión entre las dos imágenes.

Las autoridades municipales y religiosas durante el recorrido.

Desde el Ayuntamiento el concejal de Fiestas, David Calleja, ha felicitado a todos los rocieros “por la gran dedicación y el enorme trabajo que han venido desarrollando durante los últimos días para engalanar las calles del centro con motivo de la salida procesional de la Virgen del Rocío vestida de pastora”. A ello ha querido añadir también un agradecimiento especial a Gonzalo Ganaza, hermano mayor de la Hermandad del Rocío, quien junto a la junta de gobierno y a todos los hermanos y devotos “han incorporado decoraciones semejantes a las que se realizan en Almonte para la llegada de la Virgen”, así como “a las entidades que prestan su tiempo y servicio para engrandecer nuestras efemérides”.

Estado en el que ha amanecido el arco decorativo de la Plaza de la Iglesia tras un incendio esta madrugada.

En general el balance ha sido positivo y todas las áreas y colaboradores han terminado muy satisfechos. Tan bueno ha sido el sabor de boca que la procesión ha dejado que ni el incendio del arco decorativo de la Plaza de la Iglesia esta madrugada ha conseguido enturbiar esta festividad. No obstante, a pesar de ello, muchos potuenses han demostrado su malestar en las redes sociales, ya que este no sería la primera vez que ocurre un hecho de este tipo durante la celebración de una festividad religiosa. El último caso ocurrió el pasado mes de julio, en la Virgen del Carmen, cuando desapareció la bandera decorativa que había sido instalada en la calle Luna esquina con Misericordia.