Vecinos de Fuentebravía, de una zona próxima a los terrenos de la Base Naval, están siendo víctimas de una inusual proliferación de roedores, que les están dando más de un quebradero de cabeza. Aunque no es algo completamente nuevo, el problema se ha agudizado por los años de pandemia, cuando de alguna forma, durante el confinamiento, proliferaron las ratas de manera excepcional, perdiendo además el miedo hacia los seres humanos, lo que a la larga está suponiendo más de un sobresalto para los vecinos afectados.

A principios del mes de julio, una mujer que realizaba la limpieza en una vivienda cuyos inquilinos estaban ausentes, situada en el residencial Rosa los Vientos, se percató de que algunos objetos del cuarto de baño estaban esparcidos por el suelo, observando en el inodoro una gran cantidad de pelos y mordeduras en la tapa, que le hicieron sospechar de inmediato que una rata había entrado en el lugar, pese a que en las tuberías de desagüe existen sifones difíciles de franquear por los roedores, al estar llenos de agua en ambos extremos.

Informado el presidente de la comunidad de los hechos, se dirigió al administrador de fincas, quien a su vez se puso en contacto con el concejal de Medio Ambiente de El Puerto de Santa María, Millán Alegre, para que el Ayuntamiento actuara en el alcantarillado municipal, de donde según señala el peritaje realizado, proceden los roedores, que en anteriores ocasiones ya habían entrado en los domicilios privados y en alguna zona común, aunque nunca por esa vía. En este sentido, la comunidad de propietarios afectada, formada por 3 bloques y 36 pisos, tiene contratada desratización de sus instalaciones con una empresa local, pero advierte que es muy difícil resolver el problema si no se controla el alcantarillado exterior.

Finalmente, el pasado miércoles, la Concejalía de Medio Ambiente envió a una empresa especializada para que interviniera en el alcantarillado, procediendo a la instalación de cebos y veneno en su interior, en tres calles adyacentes al residencial, para acabar con las ratas.

No obstante, después de la intervención municipal han vuelto a entrar en los cuartos de baño de los pisos bajos, y los vecinos siguen en pie de guerra contra las dañinas y pertinaces alimañas, que parecen hacer alarde de su capacidad para bucear a través de los sifones y pasar desde el alcantarillado municipal a los servicios privados, donde a pesar de consumir el veneno depositado por los afectados, las tapas de algunos inodoros siguen apareciendo raídas, síntoma de que hay todavía una considerable presencia oculta de ratas.

Los vecinos, a través del presidente de la comunidad, Juan José Clavijo, han pedido al Ayuntamiento de El Puerto que haga un seguimiento estricto para controlar la plaga, y en caso de que no sean erradicadas tras esta primera actuación se proceda desde el área de Medio Ambiente a nuevas desratizaciones.

Mientras persiste esta situación, algunas familias se han visto obligadas a utilizar cubos en lugar del inodoro, con las considerables molestias y perjuicios que supone para cualquier persona, evitando en lo posible el uso de los cuartos de baño por el riesgo que puede implicar para la salud.