La primera noche de conciertos del Cabaret Festival en la Plaza de Toros de El Puerto se celebró el sábado por todo lo alto con el concierto de Taburete. El grupo madrileño formado por Willy Bárcenas y Antón Carreño fue el encargado de romper el hielo de esta segunda edición del ciclo de conciertos en una noche muy calurosa, tanto en  lo meteorológico como por la entrega de sus seguidores, muchos de ellos de fuera de El Puerto, que se dieron cita en el coso portuense.

Con un cuarto de hora de retraso hacían su aparición en el escenario los seis músicos que acompañaban a los vocalistas, para salir después Antón Carreño y finalmente Willy Bárcenas, que fueron recibidos con grandes muestras de entusiasmo.

Willy Bárcenas, en un momento de la actuación.

Fue el pasado mes de febrero cuando Taburete arrancaba la gira de su cuarto disco, La broma infinita, con la que está recorriendo numerosas ciudades españolas, tras el estreno en el teatro Nuevo Alcalá de Madrid.

Por lo que pueda pasar fue el tema que abrió el repertorio,  en cuya primera parte se fueron sucediendo muchas de las canciones del nuevo álbum, todas ellas coreadas por el público que demostró estar formado por muchos incondicionales.

Llegaron después temas como El último baile de Dunas Mitchell, México DF o Kaiserslautern. "Ha sido un año muy largo", decía Willy Bárcenas, agradeciendo la presencia del público.  Temas como Una foto en blanco y negro -compuesta con David Otero-, Venado Tuerto; Entre tus piernas; 2018, una odisea en el espacio; Madame Ayahuasca; Calçots y mangos; Mariposas; o Abierto en vena se fueron sucediendo,  hasta llegar al momento de presetación de la banda a los acordes de Hey Jude, de Los Beatles.

La banda al completo, en la noche del sábado.

Tras sonar Walter Palmeras, uno de los momentos más especiales de la noche llegaba con la canción Amos del piano bar, que el grupo dedico a su amigo fallecido Luis Béjar, cuya familia estaba presente en el concierto.

El vals Brindo dejaba paso después a una atrevida versión de Bohemian Raphsody, de Queen, a cargo de Bárcenas, que enlazó después con algunos otros de sus temas como John Ford, Belerofón y como no, Sirenas, su tema más conocido.

Para cerrar el concierto la banda eligió el animado tema Caminito a Motel, dejando bien  alto el pabellón en cuanto a animación y ganas de fiesta.

Como colofón, y a los sones de La vida es un Carnaval, de Celia Cruz, el grupo se despidió del respetable exhibiendo una bandera de España, para delirio de los presentes. "Hasta siempre El Puerto, volveremos", fue el grito de despedida que se quedó flotando en el aire al final de la noche.