La actividad extractiva registrada durante siglos en las canteras de piedra arenisca de la Sierra de San Cristóbal no sólo dejó como herencia una montaña vacía en su interior, con grandes cavidades que son como catedrales ocultas bajo tierra, sino también un asentamiento en la cima de la montaña, donde durante generaciones se fueron asentando los canteros y otras personas vinculadas de una u otra forma a la minería y al trabajo de la piedra.

Cuando cesó la actividad minera en las cuevas cantera, sus trabajadores y otras personas que llegaron para usarlas como establos para el ganado, se establecieron en la Sierra, dando origen a un poblado formado por unas 259 viviendas y alrededor de 1.100 vecinos, que sigue siendo un gran desconocido para la mayoría de los ciudadanos de El Puerto de Santa María. 

En la mañana de este jueves, una gran parte de estos vecinos han salido de ese cierto anonimato en el que han vivido y se han manifestado por las calles de la ciudad portuense. El objetivo no es otro que pedir que se paralicen los más de 90 expedientes administrativos que se han puesto en marcha contra sus viviendas, de los cuales algunos ya han pasado a los juzgados, que han dictaminado tres derribos. Una de las demoliciones ya se ha ejecutado por orden judicial, afectando a una vivienda de la calle Caballo Negro, cuyos ocupantes han regresado a sus orígenes, es decir se han instalado de nuevo en una de las cuevas cantera.

El temor de los vecinos es que los expedientes continúen, y con ellos se ordenen nuevos derribos, por lo que esta mañana han hecho oír su voz y han bajado de la Sierra de San Cristóbal para marchar por la ciudad. La manifestación ha transcurrido por la antigua N-IV, ha entrado al casco urbano por Pozos Dulces y ha continuado por el Parque Calderón, avenida Micaela Aramburu, Plaza del Polvorista hasta llegar a la sede de Urbanismo en la calle Sol, donde decenas de afectados por esta situación (familias enteras) han exigido con pancartas y silbatos que la concejala Danuxia Enciso y el alcalde Germán Beardo, se interesen y estudien la forma de regularizar sus casas, paralizando los expedientes hasta que se redacte un nuevo Plan General.

Los vecinos de la Sierra han pedido la implicación del alcalde para resolver el problema.

En la jornada de ayer, los representantes vecinales, pertenecientes a la asociación La Azada, mantuvieron una reunión con el alcalde, la concejala y varios técnicos de la Concejalía de Urbanismo, así como el abogado de los vecinos afectados por los expedientes, para intentar llegar a un acuerdo, pero la respuesta municipal fue que las viviendas no se pueden legalizar, ya que se encuentran en suelo protegido. Sin embargo, los vecinos piden que la regularización como pedanía o asentamiento rústico, incluyendo los suelos en la cooperativa Virgen del Valle, perteneciente al término de Jerez. 

Una parte de las viviendas fueron construidas en los años de gobierno de IP, por lo que de alguna forma comparten la problemática de otros diseminados irregulares, con los que se unirán para una próxima manifestación. El Poblado de la Sierra de San Cristóbal ha contando tradicionalmente con servicios municipales, como autobús escolar, ya que en el mismo residen familias con niños de corta edad. "Es tan antiguo como El Puerto y allí residen familias de cuatro generaciones", defienden sus portavoces.

La manifestación, subiendo la calle Palma en dirección al centro de la ciudad y al Ayuntamiento.

Tras permanecer en la calle Sol protestando frente a la puerta del edificio de Urbanismo, los manifestantes se desplazaron al Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral, donde estaba previsto que les recibieran los concejales de Adelante El Puerto y Vox, que realizó días atrás una visita al asentamiento para conocer in situ la problemática de los vecinos.