El Alambique
Belén Domínguez
Ingenuidad
El Puerto le dedica su Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino 2015 a Sevilla. Por muchas razones, las principales: porque sevillanos y portuenses tenemos estrechas relaciones históricas y porque Sevilla es admirada por los portuenses por cuanto es y representa.
Ahora que se habla de Sevilla y El Puerto, con motivo de esta dedicatoria ferial, conviene señalar algunos aspectos de las relaciones entre ambas ciudades.
Administrativamente, El Puerto fue ciudad integrante del Reino de Sevilla durante los siglos medievales y modernos que se mantuvo esta entidad. Y desde la constitución de la Autonomía andaluza, Sevilla continúa siendo nuestra capital política más inmediata.
Económicamente, los influjos han sido y son más de naturaleza política (en razón de las decisiones que se han tomado y toman en los órganos de poder hispalenses) que empresarial. Notables fueron las relaciones durante la Carrera de Indias (comercio con la colonias americanas).
Culturalmente, El Puerto (como otras muchas ciudades andaluzas) le debe a Sevilla el estilo de la Semana Santa y el modelo de Feria festiva (evolución de la agrícola y ganadera), mundialmente famosa.
Socialmente, mantenemos desde hace mucho magníficas relaciones de convivencia. El Puerto es lugar de veraneo de miles de sevillanos, además de los que residen establemente en nuestra ciudad. Y también son muchos los portuenses vinculados con Sevilla y los que disfrutan ocasionalmente de ella.
Mención específica merece el hecho de que destacados sevillanos vivieron en El Puerto años de formación en el Colegio de San Luis Gonzaga, conocido como El colegio de los jesuitas de El Puerto: el poeta Fernando Villalón, el novelista y periodista Manuel Halcón, el coplista Rafael de León…
Recíprocamente, han sido muchos los portuenses que han cursado y siguen cursando estudios universitarios en Sevilla. Algunos de los más conocidos: José-Luis Albareda Sezde (periodista y ministro de Fomento y de la Gobernación, por el Partido Liberal, durante el Turnismo), Pedro Muñoz Seca… También hay que señalar a eminentes profesionales que desarrollaron parte de su actividad en Sevilla, como Federico Rubio Galí (que además de cirujano fue diputado y senador republicano por Sevilla en el Sexenio Democrático).
Digamos, para ir acabando, que Sevilla tiene mucho de El Puerto: la Iglesia-Catedral y otros notables edificios están construidos con sillares de piedra arenisca de la Sierra de San Cristóbal, que eran transportados en barcazas por la madre vieja del Guadalete, las aguas ribereñas de la Bahía de Cádiz y el Guadalquivir.
Terminemos por donde empezamos. La Feria de El Puerto es sevillana, pero la Feria de Sevilla tiene algo de portuense: el Fino.
La Feria es por antonomasia la de Sevilla y el vino Fino es por antonomasia el de El Puerto, porque Sevilla es la cuna de la Feria y El Puerto es la cuna del vino Fino.
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