El pasado lunes se celebró en el pabellón deportivo Ramón Velázquez, de El Puerto, y ante más un millar de personas  integrantes del camino neocatecumenal de la Diócesis, el primer encuentro pastoral con el obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés. El obispo quiso tomar contacto de manera presencial con esta realidad eclesial,firmemente asentada en la Diócesis desde el año 1974.

Previamente a la llegada del obispo los catequistas itinerantes, responsables delcamino en la Diócesis, el matrimonio compuesto por Juan de Mena y Ana María García y el presbítero Francisco Trujillo, comenzaban con el rezo de laúdes la secuencia del encuentro. 

Las comunidades neocatecumenales se distribuyen geográficamente en las tres zonas pastorales de la Diócesis: Jerez, el litoral y la sierra. Hermanos de distintas parroquias hablaron ante el obispo y expusieron sus experiencias de vida, poniendo a Dios como protagonista de su historia de salvación a través de este catecumenado, incidiendo en que gracias a esta iniciación cristiana sus vidas han sido reconstruidas y hoy son  personas entregadas a la iglesia y a la evangelización.

Las palabras del obispo fueron muy emotivas, manifestando querer estar muy cercano a sus diocesanos. Exhortó y animó a todos a seguir el camino poniendo su esperanza en esta iniciación cristiana universal como instrumento de evangelización necesario en su diócesis, incidiendo en la necesidad de llevar el mensaje del evangelio a todos los ambientes.

"Hace falta audacia para llevar la evangelización según las raíces cristianas. Confío en el camino para llevar a todos la alegría del Evangelio. Además, espero de vosotros que seáis capaces de suscitar vocaciones –en estos tiempos tan difíciles– hacia el matrimonio, el sacerdocio y la vida consagrada", les dijo.

Para finalizar los catequistas itinerantes del camino agradecieron a las autoridadesmunicipales "la magnífica acogida de este encuentro" y a los numerosos voluntarios de las comunidades su colaboración en el evento, tanto los de la Diócesis como los venidos de otras localidades como San Fernando y Chiclana, de la diócesis  de Cádiz y Ceuta.

Tras la bendición del obispo se entonó un canto a la Virgen María como final delprimer encuentro del camino neocatecumenal con el obispo, que pasará a la historia, según sus organizadores “por el amor y la comunión mostrada entre el obispo y todos los presentes en este encuentro eclesial”.