El teatro municipal Pedro Muñoz Seca acogió el pasado sábado una zambomba  dirigida por Juan Manuel Moneo, la tradicional de la Peña El Nitri por Navidad.

Gema Carrasco, Alicia Giménez, Tamara Tañe, y en el centro los guitarristas, Juan Manuel Moneo y Javier Ibáñez. Siguen las voces masculinas con Pedro de la Fragua, Manuel de la Fragua, Manuel Moneo y a la zambomba Israel López, y a la percusión Manunu Sordera.

Lleno hasta la bandera y con el continuo barullo de espera del comienzo en espera del espectáculo, que nos quiere acercar a una célebre zambomba típica jerezana, de las vivencias de vecindad, de la alegría navideña, de aquellos patios de vecinos entre Santiago, San Miguel, la de extramuros de la Albarizuela, barrios flamencos de Jerez.

Se abre el telón sobre fondo verde con un albor de Navidad en reflejos de juegos de luces que se van alternando en colores.

Situado todos los artistas de izquierda a derecha, las voces femeninas en el centro, las cuerdas de guitarra, voces masculinas, zambomba y percusión.

Al ritmo ternario de los villancicos populares comienzan al alimón jugando entre las voces femeninas como las masculinas, se levanta el de la zambomba Israel López, al compás de bulerías, de chuflas de temas navideños que se replantean bailando al compás de bulerías, sacando las risas del público. Entre los coros del resto de sus compañeros,  todos los artistas cantan 'Una pandereta suena', en la misma dinámica de alternancia de voces. Van actuando, individualmente, con villancicos compuestos en letra y música por el mismo J. Manuel Moneo.

Entre composiciones nuevas y lo tradicional corre la primera parte, con la actuación que sobresale de la bailaora María José Franco, con vestido negro de cola con dibujos plateados, bailando por bulerías, una actuación con dominio de pie y los contragolpes, para mi gusto demasiado largo el baile de pie, en prejuicio del baile femenino de cintura y manos. Es de destacar la actuación de Pedro Garrido en un homenaje a Terremoto cantando 'Diciembre'.

En el ambigú del teatro, en la primera planta, se hace una degustación de pestiños y anís que alegra los gustos del paladar.

Comienza la segunda parte, destacando que entusiasmó más que la primera parte por la aportación de los artistas invitados, El Wilo con unos campanilleros, cantando por nuestro poeta José Luis Tejada, y Macarena de Jerez, que reinterpretando a Bambino por coplas al compás de bulerías llenó el escenario de un torbellino de cante y baile al compás.

Finalizó el acto al más puro compás de Jerez, con una fiesta de bulerías, bailando de nuevo y despidiéndose todos con el baile de María José Franco en la misma dinámica que debía de haber aprovechado para bailar de mano y cintura, demostrando con ello que también lo sabe hacer.

Un espectáculo bien hecho, con artistas de primer orden, pero se podría decir que solo me he trasladado a mi niñez y a las zambombas vividas en muy poco espacio del espectáculo.

Un acto de muy alto nivel profesional del que el público esperaba que trasmitiera lo anunciado, pero eso ya son otros lares, de el sentimiento a trasladarlo a los espectadores.

Así intento yo transmitir lo que viví, presencié y en algunos momentos me cautivó.