Multitudinario homenaje al doctor Carmelo Delfín López

El restaurante del Club El Buzo acogió ayer un homenaje organizado por los trabajadores del hospital Santa María de El Puerto al que durante muchos años ha sido su director, el doctor Carmelo Delfín López, que se ha jubilado a principios de este mismo año.

Con 77 años de edad y una vida entera dedicada a la medicina desde los 18 años, Carmelo Delfín acogía ayer este homenaje con emoción y agradecimiento porque como decía, "es muy emocionante sentir el reconocimiento de todos mis antiguos compañeros, que han sido mi segunda familia. Me siento muy honrado y es algo que no olvidaré nunca", dijo.

Con la Cruz al Mérito Policial que le concedió el ministro Jaime Mayor Oreja en la solapa, Carmelo Delfín aseguraba que "esta otra medalla siempre irá conmigo", refiriéndose al reconocimiento de todos los que han sido sus compañeros durante estos años, más de un centenar de personas que quisieron acompañarle y entre los que había representantes de todas las profesiones que hacen que funcione un hospital, desde los médicos hasta los cocineros o los encargados de la limpieza e incluso antiguos trabajadores. "Esto es una cadena humana, si algún eslabón se rompe todo falla", decía muy gráficamente Carmelo al recordar su trabajo en el hospital.

Aunque los organizadores quisieron en principio que se tratara de una sorpresa, lo cierto es que el homenajeado se enteró por casualidad un par de días antes, porque en estos casos siempre hay alguna indiscreción. Aún así, Carmelo Delfín acudió a la cita con una mezcla de emoción y gratitud que no ocultó en ningún momento.

Carmelo Delfín comenzó su andadura profesional en Cádiz, a los 18 años, de la mano de José Manuel Pascual Pascual, al que se refiere como "mi maestro". Primero como alumno interno y luego como médico adjunto del servicio de Traumatología, se convirtió en jefe de dicho servicio en la clínica de San Rafael y con el crecimiento de la empresa sanitaria, le encomendaron a partir de su apertura, en el año 1987, la dirección del hospital Santa María de El Puerto.

Desde ese momento el hospital portuense ha sufrido una profunda transformación y como recuerda Carmelo, "allí se ha salvado la vida de muchas personas que si hubieran tenido que ser trasladadas a Cádiz no hubieran llegado ni al puente". También recuerda el doctor el gran número de niños portuenses nacidos en este hospital y destaca el gran trabajo realizado por los servicios de Pediatría y Tocología, aunque insistiendo en la importante labor que realiza todo el personal del centro hospitalario. "Somos como una gran familia", aseguraba.

A lo largo de sus años como director del hospital portuense Carmelo Delfín atesora recuerdos como los momentos en los que estuvo ingresado en el centro el poeta Rafael Alberti, unos días en los que la imagen de Carmelo y otros doctores del hospital se hizo familiar para muchos españoles que seguían en el telediario los partes médicos diarios, algo que les granjeó incluso alguna crítica como la de Antonio Burgos, que les tildó de "galenos presuntuosos". Tampoco olvidará nunca Carmelo la experiencia de ser uno de los Reyes Magos de la cabalgata de El Puerto y el momento en el que visitó el hospital la mañana de Reyes, comprobando que la ilusión de los ancianos ingresados era incluso mayor que la de los niños más pequeños.

Ahora, una vez jubilado, dispondrá de tiempo para dedicarse a otra de sus grandes aficiones, la pintura, una pasión que compartió con su gran amigo Juan Lara.

Son muchos los recuerdos que se le venían ayer a la mente pero por encima de todos uno, el agradecimiento hacia sus compañeros y hacia la ciudad en la que ha desarrollado gran parte de su labor profesional. "De pequeño yo venía al Puerto con mi padre, que era patrón de la Cofradía de Pescadores, y siempre supe que algún día me instalaría aquí. En El Puerto he sido y soy muy feliz", dijo.