A pesar de que el sol se había encontrado algo tímido durante toda la jornada de ayer jugando detrás de las nubes, en cuanto comenzaron a sonar las campanas de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Los Milagros para anunciar la salida procesional de la Patrona y Alcaldesa Perpetua salió de su escondite y lució como en los días más calurosos del verano. Sin embargo, la proximidad del equinocciode otoño ocasionó que sus rayos comenzaran a perder intensidad para ceder su espacio a la luna, que no logró mitigar los 24 grados centígrados que se registraron a partir de las ocho de la tarde.

Los portuenses tenían ganas de reencontrarse con Milagros, Madre de El Puerto, ya que desde las siete de la tarde aguardaban en las puertas de la Iglesia Mayor Prioral para verla desde el mejor lugar posible. Sin embargo, a pesar de que corría una agradable brisa que refrescaba en algunas ocasiones más de lo que debería, la gran aglomeración que se vivió a las puertas del templo ocasionó que muchos de los allí presentes echaran mano de que lo que tuvieran en ese momento para salvaguardarse de el calor que se apoderó de la primera media hora del cortejo procesional.

Las campanas iban repicando cada vez con más continuidad hasta que por la calle Pagador apareció la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, que se fue abriendo paso entre el numeroso público congregado para llegar hasta las puertas de la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros, comenzando así la última salida procesional antes de que se cumpla el primer centenario de su coronación canónica. Algunos de los asistentes, en el momento en el que iba discurriendo la formación por la rampa, afearon que varios de sus componentes fumaran mientras tocaban sus instrumentos.

Poco a poco el cortejo iba avanzando por la alfombra de sal y serrín que este año llevaba diversos motivos, tales como los representativos de la Basílica Menor, los 450 años de la Hermandad de la Soledad, o los 50 años de la fundación de los grupos scouts católicos. Como en años anteriores, ha sido la empresa Sucesores de Ángel Martínez la encargada de confeccionar sus diseños, quedando completamente lista en la madrugada del martes. Además de las grecas laterales, que estaban compuestas por motivos florales como campanillas, flores de lis y volutas decorativas, la alfombra también contuvo una representación del tintinábulo y del conopeo, símbolos que representan a una Basílica Menor. A pesar de que el diseño comenzaba en la calle Palacios, la Plaza de España ha albergado este año el símbolo de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Los Milagros, realizado en un gran tamaño y fiel a la realidad.

Algunas de las hermandades que procesionan durante la Semana Santa portuense, y otras que realizan sus salidas procesionales en otras fechas, también quisieron estar presentes durante esta celebración tan especial que se alargará hasta el 16 de septiembre con el traslado de Nuestra Señora de Los Milagros a su capilla. Así, hermanos de El Olivo, El Nazareno, Veracruz, o El Carmen no quisieron dejar a la Patrona y Alcaldesa Perpetua sola durante las dos horas de recorrido por algunas de las calles más céntricas de la ciudad. Ataviados con sus mejores galas, los distintos hermanos iban luciendo los símbolos y colores representativos de cada una de las hermandades.

El Consejo Local de Hermandades y Cofradías y la nueva junta de la Hermandad de Los Milagros, además de una importante representación de hermanos, también formaron parte de este cortejo que iba encendiendo las emociones de todos los portuenses a cada paso que daba entre la numerosa multitud, que se encontraba algo nerviosa y acalorada ante la inminente salida de la Madre de El Puerto.

No fue hasta pasadas las ocho y veinte cuando la Virgen de los Milagros salió de su templo entre sonoros aplausos y las primeras melodías del Himno de España, interpretado por la Banda de Música Maestro Dueñas, que esperaba en el lateral izquierdo del templo. A partir de ese momento las emociones contenidas se desbordaron haciendo brotar algunas lágrimas entre los presentes, que no dudaron ni un solo instante en piropear a la Patrona y Alcaldesa Perpetua, que lucía para la ocasión un conjunto de casaca y saya conocido como De las conchas, además de estrenar una mantilla de chantilly.

Cerrando el cortejo procesional se encontraba parte de la Corporación municipal, siendo destacadas las ausencias al completo de los concejales de Levantemos El Puerto y de Izquierda Unida, además del edil no adscrito Carlos Coronado. Los portavoces de cada grupo, como el alcalde David de la Encina, Alfonso Candón y Silvia Gómez, se encargaron de cerrar la formación. Varios de los fieles de Nuestra Señora de Los Milagros continuaron el recorrido detrás de su manto.

La procesión continuó avanzando por la calle Palacios, donde se encontraba ubicada la alfombra de sal y serrín. Posteriormente, todo el cortejo fue recorriendo parte de la calle Larga, Santo Domingo, la Plaza del Castillo, Bajada del Castillo, avenida de Micaela Aramburu de Mora, Palacios, Misericordia, Luna, hasta la plaza de Juan Gavala. En torno a las diez de la noche Milagros, Madre de El Puerto, entró en su templo donde descansará hasta el año que viene.

A pesar de que ya hace varios días que la concejala de Fiestas, Rocío Luque, anunció que este año a la festividad de la Virgen de Los Milagros se le iba a reducir el presupuesto en más de un 50%, recorte que se ha realizado sobre todo en los adornos florales, pocos de los portuenses congregados criticaron los exornos instalados durante todo el recorrido procesional. A pesar que era fácilmente visible la merma en los mismos, pocos fueron los que criticaron esta decisión que ha sido muy aplaudida desde algunos sectores de El Puerto.