Miguel Poveda se hace aún más grande en el Cabaret Festival

Conciertos en El Puerto

El artista llenó la Plaza de Toros con un concierto en el que el flamenco fue el protagonista

La entrega del cantaor fue total, sin prisas y con dos horas y media de actuación

Miguel Poveda se hizo aún más grande en el Cabaret Festival de El Puerto.
Miguel Poveda se hizo aún más grande en el Cabaret Festival de El Puerto. / Miguel Ángel González

El ciclo de conciertos Cabaret Festival, que se celebra desde el pasado domingo en la Plaza de Toros de El Puerto, sigue adelante con gran éxito y en la noche del miércoles el protagonista fue Miguel Poveda, que trajo hasta el coso portuense su gira 'En concierto'.

Entre el público, caras tan conocidas como la de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, o el director del Museo de Atapuerca, el arqueólogo Juan Luis Arsuaga o la cantante jerezana María José Santiago.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a Xavier Cimas, el director de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, y los promotores del Cabaret Festival, Rafael y Déborah Casillas.
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a Xavier Cimas, el director de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, y los promotores del Cabaret Festival, Rafael y Déborah Casillas.

El Poveda más flamenco y genuino se dejó sentir en una noche estrellada, en la que las esencias de los cantes más puros fluyeron a lo largo de la noche en un concierto sin prisas, en el que el artista de Badalona se sintió a gusto y permaneció durante dos horas y media en el escenario.

Tras presentarse con De qué manera, el artista fue desgranando diferentes palos del flamenco, dando voz a los Pregones de la uva, de Manolo Caracol, o a la toná de Antonio Mairena, intercalando de cuando en cuando alocuciones a un público que se bebía sus palabras. "Gracias a los que estáis esta noche en el Cabaret Festival, una apuesta muy valiente y con un gran compromiso por la cultura, con un nuevo formato que permite que podamos estar juntos. Hemos de convivir con el virus y los nuevos hábitos, pero hay que seguir alimentando el alma con la música en directo porque estas sensaciones no tienen precio", afirmó.

Quítame el beso de anoche, la zambra de Bambino, hizo que el público jaleara al artista, para dejar después un profundo poso de hondura con El Silencio. Tampoco faltó espacio para la copla, un género considerado mayor por Poveda y que nunca falta en sus repertorios. "Esos autores merecen la gloria", dijo.

Miguel Poveda se entregó por completo al público en el concierto.
Miguel Poveda se entregó por completo al público en el concierto. / Miguel Ángel González

Los versos de Federico García Lorca, como no, también estuvieron muy presentes en esa noche, no en vano, como dijo Poveda, "es mi dios y mi guía. El poeta se ha agarrado a mí y siempre le voy a cantar", insistió.

La versión de Voy a perder la cabeza por tu amor, de Manuel Alejandro, sirvió para que Poveda hiciera gala de un poderío vocal indudable, cantando sin micrófono con unas notas que llegaron con nitidez a toda la Plaza. El flamenco, como no, llenó la noche en todas sus vertientes, sin faltar unas guajiras en las que Poveda estuvo acompañado por el jerezano Miguel Ángel Soto Peña, El Londro.

También se sale Poveda bailando por bulerías, con varios guiños al Puerto que hicieron las delicias del respetable.

Tras rememorar su infancia en un barrio de Badalona lleno de andaluces, el cantaor dedicó parte de su repertorio a las canciones de sus admirados Lole y Manuel, interpretando un popurrí con algunos de sus temas más conocidos.

También tuvo un recuerdo Poveda para los artistas de los tablaos, ahora cerrados por la pandemia, que llevan tiempo sin poder trabajar. Ese recuerdo dejó paso a un cante por alegrías en el que la hermana del artista, Silvia Poveda, apareció en el escenario con una bata de cola, viviéndose uno de los momentos mágicos de la noche.

Aunque se suponía que este era el cierre oficial del concierto, Poveda estaba a gusto y se le notaba, y se mostró dispuesto a aceptar las sugerencias del público, regalando Tres puñales y como no, su célebre Alfileres de colores para poner el broche de oro a un concierto redondo.

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