"A la Junta se le llena la boca hablando de conciliación, pero es todo mentira"

Las hermanas Lola y Ana A.L., de 3 y 6 años de edad, no han tenido suerte. Aunque sus padres confiaban en que este curso, por fin, podrían acudir las dos juntas a clase al colegio escogido por la familia, San Luis Gonzaga, situado a pocos metros de su domicilio (solo tienen que cruzar una calle) se han topado de lleno con la tozudez de los responsables de Junta de Andalucía, cuya Delegación Provincial de Cádiz les ha denegado ya, de momento de forma verbal, la reunificación de las dos niñas en este colegio concertado.

La mayor de las niñas, Lola A.L., está escolarizada desde los cuatro años en el colegio público Sagrado Corazón, junto a La Puntilla. Sus padres optaron por matricularla allí, de forma provisional, al no haber obtenido plaza en San Luis en ninguno de los cursos de Infantil, a pesar de contar con la mayor puntuación posible por proximidad del domicilio familiar. "No os preocupéis" -les decía todo el mundo, incluyendo el propio colegio- "lo más fácil es que esperéis a que entre la pequeña y tirará automáticamente de la otra", les decían.

Llegó entonces el periodo de escolarización para el presente curso y efectivamente, la pequeña Ana obtuvo plaza en el colegio elegido, San Luis Gonzaga, pero la mayor no, al no haber vacantes en el primer curso de Primaria, y a pesar de estar la primera en la baremación. Aún así, sus padres confiaron en la relevancia de critrios como la presencia de hermanos y la proximidad del domicilio y solicitaron ante el Servicio de Planificación de la Delegación Provincial de Cádiz la reunificación de las dos niñas en el colegio elegido, San Luis Gonzaga, no por razones de conciencia como otras familias, sino por razones de proximidad, ya que por cuestiones laborales tienen que hacer un gran esfuerzo cada día para llevar a la mayor a un colegio bastante alejado de su domicilio.

El pasado miércoles, y después de una penosa peregrinación semanal a la sede de la Delegación Provincial, en Cádiz, donde le tuvieron sin respuesta varias semanas, el padre recibió la comunicación verbal de la negativa de Planificación a reagrupar a las niñas en San Luis, a pesar de que el colegio está de acuerdo en aumentar la ratio en una de las tres clases de seis años. La razón que le dieron en la Junta es que San Luis es "un centro concertado y no podemos ampliar la ratio si hay plazas libres en un colegio público", algo que sí hicieron sin ir más lejos el pasado año en el propio San Luis y que se ha venido haciendo habitualmente en numerosos colegios públicos (en El Juncal hay varias clases con 27 niños) y también en muchos centros concertados.

Lo máximo que ofrece la Delegación a esta familia es agrupar a las dos niñas en el otro centro, el Sagrado Corazón, mucho más alejado de su domicilio. "¿Por qué me tiene que obligar la Junta a escolarizar a mis hijas en el centro que ellos digan?, ¿No tenemos los padres el derecho a la libre elección de centro? ¿Qué mas da que sea un colegio concertado, si está sostenido con fondos públicos y también lo pagamos con nuestros impuestos?", se pregunta el padre, Luis Rafael A.E., para quien la Junta no cumple con lo que predica. "Se les llena la boca hablando de conciliación pero es todo una gran mentira. No les importa nada la gente ni los problemas que sus decisiones acarrean, tratan a las personas como si fueran números y estadísticas", se queja.

Precisamente para este curso la Junta ha cambiado los criterios de baremación puntuando al máximo la presencia de hermanos en el mismo centro y también la proximidad del domicilio familiar, como destacaba el consejero, Francisco Álvarez de la Chica, al presentar el Decreto de Escolarización para 2011. Estos dos criterios, tan importantes supuestamente para la Junta, se cumplen en este caso, pero aún así esta familia tendrá que pasarse el curso entero llevando a cada una de sus hijas a un colegio distinto o si la situación se les hace insostenible, tendrán que optar finalmente por sacar a la pequeña del centro por el que llevan tantos años luchando. Eso no es conciliación.