Este portuense de 36 años acaba de tomar posesión como diputado en el Congreso por la provincia de Cádiz, tras la dimisión de Juan Antonio Delgado. Licenciado en Filología Francesa, es concejal en El Puerto desde 2018 y coordinador local de Izquierda Unida en esta localidad.

–¿Quién le iba a decir a usted que a estas alturas de la legislatura llegaría a tomar posesión como diputado del Congreso?

–Pues si. Si ya es difícil que dimita una persona en este país más difícil es que dimitan dos (Noelia Vera fue la primera baja), pero cuando se convocaron las elecciones andaluzas Juan Antonio ya me dijo que le gustará bajar a Andalucía, así que yo ya estaba sobre aviso. La verdad es que es todo un reto.

–¿Cómo se ha recibido la noticia en su entorno?

–Me ha sorprendido mucho la buena acogida que ha tenido el nombramiento, he tenido muchas felicitaciones tanto de compañeros del Ayuntamiento como de colectivos, y eso también supone una gran responsabilidad porque la gente espera mucho de este diputado que hemos recuperado por Cádiz. Me gustaría ser capaz de responder a esa ilusión que se ha generado.

–Acaba de tomar posesión y ha participado ya en un Debate sobre el Estado de la Nación. ¿Cómo se ven las cosas desde el Congreso?

–Es algo muy raro por la sensación de estar sentado y ver allí a pocos metros a Pedro Sánchez, o a los portavoces. No te terminas de creer que tú estés allí, no me ha dado tiempo de asentarme. Tomé posesión y a los pocos días fue el Debate sobre el Estado de la Nación, en el que además tuve ocasión de intervenir en nombre de Izquierda Unida. Hace un mes estaba en el pleno del Ayuntamiento de El Puerto y verme allí de repente y cruzarme por los pasillos con Yolanda Díaz es algo que aún me resulta muy raro.

"He tenido muy bien recibimiento pero la crispación en el Congreso es algo que se puede palpar”

–¿Hay tanta crispación como parece o hay algo de postureo ?

–Yo he tenido muy buen recibimiento pero la crispación sí existe. Una de las cosas que más me ha sorprendido del Congreso es que hay un murmullo constante, eso no se aprecia por la televisión. El que habla se expone a un murmullo continuo, con arengas de los grupos, comentarios y un gran ruido de fondo. La crispación se palpa, pero también es verdad que era el debate del Estado del debate de la Nación, que llevaba siete años sin celebrarse y los diputados estaban muy motivados. Por ahora no tengo quejas por el trato con el resto de los grupos.

"No dejaré el acta de concejal en el Ayuntamiento de El Puerto y seguiré siendo también el portavoz”

–Es usted también portavoz del grupo municipal Adelante El Puerto. ¿Va a mantener la portavocía?

–Sí, mantendré el acta y la portavocía, aunque dejaré de estar liberado. Hemos decidido que al quedar un año para las municipales el puesto de concejal liberado quedará desierto.

–¿Cómo compaginará las dos labores?

–Me quedaré en El Puerto y viajaré a Madrid cuando haya pleno. El resto del trabajo lo haré desde la provincia, que es donde se pueden conocer de primera mano los problemas.

"Para El Puerto mis dos retos son la nueva Comisaría y rehabilitar el antiguo Fuerte de Santa Catalina"

–Imagino que para usted es un honor sentarse en el escaño que una vez ostentara Rafael Alberti. ¿Cuáles son sus objetivos en este año y medio que resta de legislatura?

–Sabiendo que queda muy poco tiempo, lo fundamental para mi es la industria naval y auxiliar, y reclamar las infraestructuras históricas de la provincia. En los presupuestos ya hay algunas partidas para ello pero tenemos que hacer un seguimiento para dar los siguientes pasos. Por lo que respecta a El Puerto, tengo dos cosas sobre la mesa, la Comisaría de la Policía Nacional y la recuperación del Fuerte de Santa Catalina.

–¿Y cómo ve las tensiones evidentes entre el PSOE y sus socios?

–Al final es un pacto entre partidos que no somos iguales. Es normal que haya roces y discrepancias, somos dos fuerzas políticas diferentes. Pero por lo que he visto, si hay puntos de vista diferentes se negocian y se trata de llegar a puntos en común. La voluntad general es la de entendernos.

–Aunque este nombramiento ha sido una buena noticia para ustedes no hay que olvidar el varapalo que ha sufrido la izquierda en las elecciones autonómicas. ¿Qué ha fallado?

–El contexto era muy complicado, después de los malos resultados en Madrid, Galicia, Castilla-León y Andalucía. En este último caso nos ha perjudicado mucho el adelanto electoral, porque además hemos cambiado de marca y la gente está cada vez más perdida. Además competíamos contra Teresa Rodríguez, que había sido compañera nuestra. Y por supuesto el PP supo jugar a su favor con los resortes que tenía desde la Junta. La política es como un péndulo y ahora está en un ciclo más conservador.

–La desunión de la izquierda siempre ha jugado en su contra, pero incluso cuando se unen no terminan de encajar. El ejemplo lo tenemos en su propio grupo del Ayuntamiento de El Puerto, con los concejales de IU y Podemos cada uno por su lado…

–Nosotros teorizamos muy bien sobre la unidad, pero después las cosas no salen como uno había pensado. El conflicto con los anticapitalistas se ha reproducido en El Puerto y aunque seguimos trabajando juntos hay una situación anómala. Creemos que la unidad con Podemos debe ser la vía, pero no todo el mundo lo entiende. Nuestra voluntad, desde IU, es abrir las listas a sindicatos, plataformas... tenemos que sumar y sobre todo, no restar.

– Y en caso de que Izquierda Unida se presente en solitario a las municipales, ¿le gustaría ser el candidato?

–En septiembre tendremos un encuentro de asambleas locales y se tomará una decisión. El escenario ahora mismo está abierto y ya en octubre tenemos que decidirlo. Yo tengo un compromiso con la organización y si mis compañeros creen que yo soy la mejor opción, estoy dispuesto, aunque me gustaría que fuera una candidatura plural con más gente de la izquierda portuense.