La junta directiva de la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (Flave) ha mantenido una reciente reunión con el concejal de Urbanismo, Antonio Fernández, y el asesor contratado por el área municipal como cargo de confianza, Bernardo Sancho Burger, para abordar el problema de los retrasos en la concesión de licencias municipales de apertura. La Flave pidió en primer lugar más agilidad en la obtención de estas licencias y las de obra, que en estos momentos tardan aproximadamente una media de tres meses, incluso para actuaciones de escasa importancia.

Desde la Concejalía se incidió en que actualmente no es posible incorporar más personal, ya que a principios de año se contrató a dos personas con carácter temporal (durante seis meses y cuatro años, respectivamente ) para este fin, aunque actualmente se ha visto mermado el servicio por la baja laboral por enfermedad de dos de los técnicos habituales.

En cuanto a la actual exhaustividad con la que se están gestionando los plazos de traspaso de licencias en vigor, siendo el plazo medio de seis meses, una vez cerrado el establecimiento por parte del anterior propietario, se les contestó a preguntas de la Flave que dichos plazos vienen marcados por la normativa autonómica y el actual PGOU vigente. Otro lastre que sigue sin ver la luz y del que se solicitó información fue el tan esperado y necesario Plan Especial de Protección y reforma Interior del Casco Histórico (PEPRYCHIE), un documento que continúa aún sin aprobación definitiva.

Según la Flave "la reunión transcurrió de forma cordial, atendiendo y aclarando las demandas planteadas, existiendo por parte del responsable de la Concejalía voluntad de mejorar las cuestiones planteadas o al menos buscar caminos alternativos que mejoren dicho servicio, y en ello confiamos desde la Federación por el bien de aquellos emprendedores portuenses que se ven abocados a salir a otras ciudades que sí les reciben con los brazos abiertos y no ponen tantas trabas", denuncian.

Durante las últimas semanas, cada vez es más habitual ver comentarios y testimonios de pequeños empresarios que exponen sus casos particulares relacionados con las trabas administrativas que encuentran a la hora de poner en marcha sus negocios. Si la semana pasada era la titular de una papelería la que anunciaba que cerraba su negocio por estas dificultades, hace unos días han sido los responsables de un supermercado ubicado en el polígono El Palmar los que se han quejado del sinfín de trámites a los que han tenido que enfrentarse para cumplir con toda la normativa requerida por Urbanismo, anunciando que se verán también obligados a cerrar después de apenas ocho meses de actividad.