El equipo de gobierno anunció ayer públicamente su intención de llevar al próximo consejo de administración de Apemsa -cuya fecha de celebración no ha trascendido- una propuesta para la explotación directa de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Las Galeras.

Así, el alcalde y presidente de la sociedad mixta, David de la Encina, y el teniente de alcalde de Medio Ambiente y consejero de la empresa, José Luis Bueno, anunciaban “la voluntad del PSOE e IU” de aprobar la gestión directa de la planta, así como del mantenimiento de la red local de alcantarillado.

Hay que recordar que la concesión con la empresa Aqualia para este cometido expiró en febrero de 2017, hace ya algo más de dos años, y desde entonces el contrato se ha ido prorrogando.

Según un escueto comunicado remitido a los medios de comunicación, el bipartito explicaba que “tras el análisis y estudio de diversos informes sobre la gestión de la EDAR, los socios de la parte pública de la empresa mixta Apemsa han concluido aprobar la gestión directa del servicio, considerando que es la fórmula más beneficiosa para la salvaguarda del interés público”.

Curiosamente los informes existentes al respecto, uno fechado en septiembre de 2017 elaborado por la consultora con sede en Madrid Baker Tilly, y otro elaborado en noviembre de 2018 firmado por la empresa PW Advisory & Capital Services -consultora especializada en el sector del agua- no animan a dar este paso, ya que ambos alertan de un mayor coste económico en la opción de la gestión directa.

Acceso a las instalaciones de la depuradora.

Tanto el informe elaborado en 2017 como el del pasado mes de noviembre plantean sobre todo dos cuestiones: la necesidad de que se subrogue a los trabajadores del servicio por parte de Apemsa, incluso con su equiparación salarial y de convenio a los actuales trabajadores de Apemsa, y el incremento de los costes de suministros y materiales. Los dos informes alertan de que la gestión directa supondría un aumento de los costes que finalmente repercutiría en el ciudadano, con un aumento de las tarifas en saneamiento y depuración. El primero de los informes llega a cifrar esta subida entre un 7,3 y un 14,2%.

El informe más reciente señala además que “el servicio requiere de inversiones y dado que Apemsa lleva tres años en pérdidas estas serán difícilmente asumibles”. En este caso también se indica que “un incremento de los costes de explotación solo podría compensarse con un incremento de tarifas, lo que repercutiría directamente en el bolsillo de los ciudadanos”.

No obstante, estos informes externos no terminan de convencer al equipo de gobierno, que argumenta que ambas auditorías han sido encargadas por la propia Apemsa, cuyo gerente es un trabajador de Aqualia.

Por otro lado, y con respecto a la posible existencia de otros informes económicos que avalen la opción de la gestión directa, al parecer de momento no existen, aunque la tesis municipal es que la empresa se ahorraría el canon que se paga ahora mismo a Aqualia, y que cifran en un millón de euros anuales.

Hay que recordar que a finales de 2014 ya se barajó la opción de la gestión directa, aunque entonces la gerencia de Apemsa la descartó precisamente por ser una opción más costosa.

Ahora se vuelve a poner esta opción sobre la mesa y se abordará en el próximo Consejo de Administración, justo cuando quedan poco más de cien días para la cita electoral del próximo mes de mayo.