El cementerio portuense recibe estos días las visitas de las familias de los difuntos, aunque con unas condiciones distintas a causa de la pandemia.
Aunque el camposanto ha ampliado estos días su horario habitual, las visitas se han reducido a un máximo de 45 minutos. Además, una vez se completa el aforo del camposanto se procede al cierre de puertas, hasta que salen las que están dentro y vuelva a entrar otro grupo.
También, por cada enterramiento pueden entrar un máximo de 5 personas.
Este año, además, se ha tomado la decisión de anular la tradicional misa que se oficiaba en la capilla del Cementerio Municipal el 2 de noviembre, como medida preventiva.
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