Comercio

Cierra definitivamente la zapatería Noel, tras casi un año de liquidación

  • Otro comercio señero, la tienda de instrumentos Verdi, en la calle Palacios, cerrará sus puertas próximamente

  • El casco histórico sigue presentando numerosos locales vacíos

Cierra definitivamente la zapatería Noel, tras casi un año de liquidación.

Cierra definitivamente la zapatería Noel, tras casi un año de liquidación. / Andrés Mora

Malas noticias para el pequeño comercio del centro. Aunque ya se sabía desde hace aproximadamente un año la intención del propietario de la zapatería Noel de cerrar el establecimiento, con motivo de su jubilación, no ha sido hasta esta misma semana cuando el gran escaparate de la conocida tienda se ha podido ver cerrado a cal y canto.

Fue a finales del mes de enero de 2019 cuando Antonio León colocaba en su escaparate un cartel anunciando la liquidación de todo el género, una liquidación que finalmente se ha prolongado durante todo el año, y eso que en la trastienda de la zapatería quedaban aún centenares de pares de zapatos almacenados, en las últimas semanas de diciembre.

Este comercio había abierto sus puertas en 1973, hace 47 años, pero no ha podido llegar al cincuentenario, una cifra que pocos negocios logran alcanzar, como ocurría recientemente con la joyería Marín.

En el caso de El Puerto otro establecimiento señero, la tienda de instrumentos musicales Verdi, ubicada en la calle Palacios, cerrará próximamente sus puertas, estando también a punto de alcanzar el medio siglo de funcionamiento.

Son muchas las causas que llevan al cierre de estos comercios veteranos, aunque en la mayoría de los casos se debe a la jubilación de sus titulares, sin que sus descendientes se animen a tomar el testigo. En muchos de los casos los hijos de los comerciantes de toda la vida han tomado otros caminos profesionales, y en otros casos las circunstancias no invitan a que se realice el traspaso que permitiría que el comercio siga funcionando.

En los últimos años han echado el cierre conocidos comercios del centro portuense, como la zapatería Beluca o la sastrería de Manolo Sánchez, en 2012, o la Papelera portuense, en 2017.

La mayoría de los comerciantes consultados no son optimistas sobre el estado de salud del centro, citando algunas causas como el esfuerzo económico que hay que realizar simplemente con abrir la baraja de la tienda cada mañana, con gastos fijos muy elevados como los de los impuestos o los suministros, por no hablar de los gastos de alquiler en el caso de que el local no sea en propiedad.

La actividad floreciente en el centro es la hostelería, en una zona con pocos habitantes

A esto hay que añadir un casco urbano con muy pocos habitantes, en el que la actividad floreciente es la hostelería, con numerosos locales vacíos que nadie se anima a poner en marcha, también por las dificultades que supone hoy en día emprender una rehabilitación de cualquier edificio ubicado en el casco antiguo.

Los hábitos de consumo han terminado por darle la puntilla al pequeño comercio local, con un hábito creciente como el de las compras on-line y la decisión de muchos consumidores de trasladarse a los centros comerciales de ciudades vecinas.

No obstante, y a pesar de lo complicado de las circunstancias, todavía hay valientes que apuestan por el centro. Hace escasas fechas ha abierto sus puertas Gaia, una pequeña tienda de artesanía y artículos de regalos en la calle Larga, y otros negocios como la librería Zorba se han ampliado para atender la demanda de quienes buscan un trato más personalizado y una atención más especializada, algunos de los valores seguros del pequeño comercio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios