La Pontona, uno de los locales de hostelería más señeros del centro de la ciudad, cerraba sus puertas el pasado 15 de septiembre después de cerca de catorce años de actividad.

La concesión con la que contaban sus propietarios para explotar esta barcaza a pie de la orilla del río Guadalete, a la altura del parque Calderón, terminó oficialmente hace tres años y desde entonces se había ido renovando de forma anual, aunque siempre con el temor a que los planes municipales para toda la margen derecha del Guadalete obligara en cualquier momento a desmantelar el negocio. La intención municipal era que el barco se trasladará a la margen izquierda una vez que estuviera en marcha el proyecto impulsado por la Autoridad Portuaria para la creación de un centro de ocio en la zona, pero al retraso de todos estos planes se ha unido también el descenso del negocio en el ámbito de la hostelería.

Uno de los propietarios de La Pontona, Aurelio Barrera, explica que el barco estuvo en la Exposición Universal de Sevilla de 1992 y a su término fue adquirido por un empresario de Coria, que se la trajo a la ciudad para montar un restaurante. Sus actuales dueños -que regentan también la sala Mucho teatro- la explotaban desde el año 2001.

En estos años han pasado por la Pontona multitud de artistas del panorama nacional y se han celebrado en el local numerosas fiestas y eventos.

Ahora, hay algunos empresarios interesados en su adquisición, pero si la venta no cuaja el destino de la barcaza terminará siendo el desguace. De aquí a un mes La Pontona no formará ya parte del paisaje urbano del Guadalete.