Tribuna libre

Carta de Teatro Balbo a los Reyes Magos

Una imagen de archivo del grupo de teatro Balbo.

Una imagen de archivo del grupo de teatro Balbo.

Majestades, perdón por solicitar vuestra atención en unos días en los que están tan ajetreados y metidos de lleno en el viaje misterioso y alucinante de venerar al Mesías, y en el camino de atender las peticiones idealizadas por mayores y pequeños.

Me han animado a escribiros Paco Teja, Pepe Ojeda, Federico Arjona, José Antonio Andrade y otros, grupo de ángeles portuenses que desde el Cielo se han trasladado al Portal y esperan vuestra llegada escenificando pequeñas obritas de teatro para agradar a la Virgen, a San José, al Niño Jesús y a los pastores. Y os digo:

Érase que se era un joven profesor apasionado por transmitir su amor por la cultura grecolatina, que tuvo la suerte de iniciar su trabajo en la Universidad de Sevilla, curso 1974-75, y que descubre el teatro como medio auxiliar de su enseñanza. Pasan los años. Y termina creando su segunda familia, numerosa y cambiante, con pequeñas sedes como domicilio y que termina siendo muy aceptada en toda España. ¿Fantasía o realidad? No. Verdadera historia: la historia del premiado y reconocido a nivel nacional Teatro Balbo.

Mi carta, la de un hombre jubilado de 69 años, que tras 47 años ininterrumpidos de teatro grecolatino, y que ha acudido pidiendo ayuda a lugares donde hasta no hace mucho las puertas estaban abiertas de par en par, es compartida por toda la familia de Teatro Balbo.

Necesitamos con urgencia un local donde guardar nuestras pertenencias de vestuario, attrezzo y escenografía. Igualmente tenemos necesidad de una sala de ensayos adecuada a la actividad teatral, sala que momentáneamente y como medida de urgencia nos han resuelto desde la concejalía de Juventud con la benevolencia de su concejala y de su personal técnico.

Nuestro espacio de ensayos hasta antes de la pandemia ha sido el Salón de Actos del IES Santo Domingo, salón en el que ya no se nos permite entrar por razones que no comprendo del todo, ya que nuestra entrada habitual ha sido durante años los fines de semana, tiempo en el que no hay nadie en las dependencias. Me causa verdadera tristeza no poder traspasar las puertas de un lugar al que pusieron mi nombre y en el que está colgada una inscripción dedicada a mi labor. Siento pena ante la dificultad de mantener firme la ilusión de cientos de jóvenes que engrandecieron con su esfuerzo a Balbo y que llevaron sus montajes por toda España creando escuela.

Respecto a los centros de enseñanza, siempre recuerdo que en El Plan de Centro, al haber sido muchísimos años director del IES Santo Domingo, redactábamos con la aprobación del Consejo Escolar un punto muy importante, a saber, ofrecer un centro abierto a la ciudad, al entorno, al barrio, a la comunidad, en resumen, a la ciudadanía. Y Santo Domingo siempre lo cumplía. Prestaba sus instalaciones a todo colectivo.

La situación se complica porque he solicitado local o lugar de ensayo a algunos IES y también lo deniegan, al igual que a algún otro concejal y todavía no he sido atendido. Con la desesperanza creada no he seguido pidiendo a los demás, pero quiero aferrarme a la célebre frase llena de esperanza que alude a “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”.

Aunque con algunos errores no buscados, hemos sido siempre razonablemente honestos, por si podéis hacer algo en satisfacer nuestra humilde petición.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios