El sindicato de policías locales UPLBA de El Puerto de Santa María, mayoritario en el seno del colectivo, recuerda que han pasado ya cerca de dos meses sin prestar servicio en las calles, " al no haber ningún responsable político que haya solucionado el problema de uniformidad".

Los agentes llegan cada principio de turno a la Jefatura  con la prohibición expresa de salir si no están totalmente uniformados, pese a que han solicitado por escrito realizar labores de patrullaje con pantalones particulares. El sindicato recuerda que el Ayuntamiento no les suministra pantalones desde 2017.

Para la UPLBA "es inconcebible que un procedimiento administrativo de compra de vestuario, que se puede iniciar con carácter urgente a través de un contrato menor que tardaría unos diez días en resolverse, ni siquiera se haya iniciado, por lo que los agentes afectados temen que su problema  se prolongue en el tiempo, ya que al parecer nadie quiera buscarle solución".

El sindicato no confía en la capacidad de la concejala de Seguridad, Marina Peris, para resolver el conflicto. "Esperando a que aparezca alguien con suficiente capacidad para iniciar algún intento de solución a la falta de vestuario, los agentes siguen pendientes de recibir cualquier orden superior que les autorice a salir para atender los requerimientos de mayor envergadura y gravedad. Mientras esto no se produce solo existe la iniciativa de los propios agentes afectados, que en algunas ocasiones y bajo su responsabilidad han salido de la Jefatura para atender los accidentes de tráfico con heridos graves".

El sindicato lamenta que ni el alcalde, Germán Beardo, ni Marina Peris, "hayan movido un solo dedo para intentar desbloquear la situación actual. La falta de agentes en las calles durante estos 55 días y la sensación de que esto puede seguir ocurriendo durante mucho más tiempo está ocasionando entre los ciudadanos un sentimiento de abandono por parte de su Policía Local. Ciudadanos, vecinos y visitantes  cada vez más desesperados llaman a nuestra Jefatura  solicitando una ayuda que casi nunca les llega, convirtiéndose en habitual la práctica de ser dirigidos en sus requerimientos a Policía Nacional, Guardia Civil o Emergencias 112".

De seguir así la situación el sindicato advierte que "a partir de ahora El Puerto se encontrará todo el verano sin policías locales que puedan vigilar y controlar las playas, el tráfico de vehículos, las normas Covid, los establecimientos públicos, los ruidos y molestias ocasionadas por los bares de copas, o el control de sus horarios de cierre y de sus terrazas", entre otros asuntos.

También señalan que "este último fin de semana algunas calles peatonales han aparecido plagadas de tal  volumen de mesas y sillas que han imposibilitado la libre circulación de los peatones y de personas de movilidad reducida, incumpliendo además las distancias establecidas por las normas sanitarias frente al Covid, dando un aspecto de total impunidad por falta de control. Quizás para algunos sea mucho mejor no tener a los policías locales en la calle, incluso para el propio equipo de gobierno que  ha facilitado su política de desenfreno lúdico que apoya y fomenta la creación de infinidad de actividades musicales y de nuevos establecimiento dedicados al ocio nocturno, actividades que se han iniciado sin ningún tipo de vigilancia ni control administrativo", lamentan.

Para la UPLBA "esta situación puede llegar a convertir a El Puerto en una ciudad sin ley, fomentando el ocio y dejando desprotegidos los derechos y el descanso del resto de vecinos". También recuerdan al alcalde que "la popularidad y el cariño de los ciudadanos y de los empleados públicos se consigue gestionando duramente día a día para conseguir una Policía Local actualizada, preparada y dotada de medios, cosa que nuestro colectivo espera ansiosamente. Seguimos esperando una señal de acercamiento por parte del equipo de gobierno".

Los agentes de la Policía Local vuelven a pedir disculpas a la ciudadanía "por la cantidad de problemas que está ocasionando esta situación. Lo único que pretendemos es defender nuestros derechos laborales y recuperar el respeto que nuestros mandatarios tan fácilmente han dejado de prestarnos", concluyen.