Distrito norte-oeste

Un largo camino entre reivindicaciones

  • Las asociaciones analizan el trabajo del gobierno local y ponen en valor el nuevo centro social en San Benito y el aumento de actividades culturales · Todos coinciden en que “hay que seguir mejorando”

EL distrito Norte abarca un territorio de 1.306 hectáreas y una población de 56.757 ciudadanos. Desde el Ayuntamiento dividen este territorio en dos zonas bien diferenciadas, de un lado la cornisa oeste de la ciudad, que abarca desde la carretera del Calvario hasta las Bodegas Garvey, “una zona necesitada de una gran transformación social”; y de otro, un espacio en crecimiento, la cornisa norte, que engloba todas las barriadas y urbanizaciones colindantes a la avenida Álvaro Domecq, el Altillo y las nuevas grandes promociones de viviendas del entorno.

Cuando se habla de este distrito hay que remarcar las actuaciones en materia de vivienda –tanto en rehabilitación como el proyecto de reordenación integral de San Juan de Dios–, movilidad con el carril bici e infraestructura, aunque tampoco se pueden olvidar sus ‘puntos negros’, como los recientes cortes de luz por impago a Endesa que afectaron a gran parte de las instalaciones de esta zona. Así, los presidentes vecinales analizan la posible transformación de sus barrios en los últimos cuatro años.

El conocido presidente vecinal de La Constancia, Paco Flores, reconoce que “en el distrito se ha actuado, pero el gobierno local no  ha sabido venderlo bien. Además, hay algunas cosas que quedan por hacer y otras que, la verdad, no han tenido mucho sentido”. El representante de la popular barriada señala además que “creo que el PSOE se ha preocupado más de sus rencillas internas que en levantar los barrios. Pero bueno, nosotros podemos darnos con un canto en los dientes, porque en octubre de 2009 firmamos el mejor convenio de España en materia de rehabilitación”.

Sobre su barriada, Flores dice que ahora mismo las intervenciones están en “stand by”. “En La Constancia se han hecho algunas cositas aunque nos quedan algunas casas por rehabilitar. También es verdad que la alcaldesa se ha preocupado mucho por nosotros, pero no todo depende de ella, es su entorno el que no se ha portado muy bien con la barriada, sobre todo el delegado de Vivienda”, declara. El presidente resalta como ‘grandes’ proyectos ejecutados la remodelación del parque Scout y actuaciones en el asfaltado de algunas calles. “La barriada ha cambiado algo, pero no es una transformación integral. Y sobre los compromisos sin cumplir está la construcción del centro de barrio que parece que se ha olvidado”, apunta Flores.

En la zona de la avenida Álvaro Domecq destacan las asociaciones vecinales de Divina Pastora y plaza del Caballo. El presidente de la primera, Paco Reyes, no está tan contento con la legislatura de Sánchez. “Hemos sufrido un abandono total. Hicieron un amago el primer año de gobierno cuando arreglaron parte de la avenida Duque de Abrantes, fue un lavado de cara que no quedó mal. Pero ya está”, declara. Reyes hace memoria y recuerda que en 2007 se prometió a la barriada “cambiar el arbolado, arreglar la jardinería, en la plaza Madrid nos dijeron que iban a cambiar el suelo de la zona infantil para quitar la arena que aún está... De estas promesas, ninguna se ha cumplido”. Las demandas ‘históricas’ de una sede para la asociación y la poda de los árboles han motivado que los vecinos “hayamos registrado muchos escritos en el Ayuntamiento. Incluso solicitamos una reunión con la alcaldesa, pero parece que Divina Pastora no existe para ella”. Sobre el distrito Norte señala que “ha habido un intento de cambio, pero se ha quedado en eso, en un intento. Eso sí, nuestro delegado –Francisco Benavent– siempre se ha prestado a reunirse con nosotros y a cualquier trabajo, lo que pasa es que le han frenado desde arriba”.

El presidente de la plaza del Caballo, Javier Cantos, mantiene la misma línea al declarar que “prácticamente no se ha notado ningún cambio en el distrito, al revés, las deficiencias que ya existían han empeorado”. En cuanto a su barriada, el representante vecinal critica que “hemos tenido  una desatención absoluta. Hay más inseguridad, no se ha controlado la prostitución y el vandalismo en la plaza es más que evidente”. Reconoce sin embargo que el Ayuntamiento sí respondió a los vecinos cuando eliminó la mediana de la avenida de Méjico y cuando puso barreras a la movida motera durante el Gran Premio.

En Icovesa el malestar es palpable, o por lo menos, eso dice su presidente Miguel Zarzuela. Éste señala que la legislatura del PSOE “ha sido negativa en el distrito. El descontento es generalizado porque se han quedado muchas cosas sobre la mesa. Pilar Sánchez se va de la Alcaldía sin cumplir las promesas que nos vendió en 2007”. Habla además de que “casi el 90%” de las asociaciones vecinales de la zona “creen que no se ha actuado bien, no se ha visto  una transformación positiva” y si se centra en las actuaciones en su barrio, Zarzuela critica el “abandono total”. El arbolado, el mal estado de las aceras, el saneamiento, la marea negra, la falta de seguridad y aparcamientos, las barreras arquitectónicas y el soterramiento del cableado eléctrico son las principales denuncias de estos vecinos. “¿Que qué se ha hecho en Icovesa? Pues sólo llegó la marea negra a una parte de la avenida de la Soleá. Si se hubiera actuado más, lo diría, pero no puedo”, declara el presidente.

El presidente de La Plata, Antonio Ramos, pone en valor el avance en las actividades culturales en el distrito.“Me han parecido muy bien porque ha aumentado la participación. Ha sido un paso adelante, pero creo que en los dos últimos años con la crisis se ha notado un bajón en sus intervenciones”. Lleva aproximadamente un año en la asociación y señala que “sí ha habido diálogo, pero también promesas incumplidas”, como el arreglo del pavimento y mantenimiento del arbolado.

En San Benito los vecinos sí que han visto una notable transformación tanto en el distrito como en la barriada. La presidenta de la asociación Pedro Palma, Paqui Pazos, reconoce que las carencias de la zona eran “tan grandes, que a pesar de que se ha actuado no se han podido erradicar todos los problemas. Está a la vista de todos que este gobierno ha sido el que más actuaciones ha ejecutado en esta zona del distrito”. Pazos se muestra satisfecha de que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía “se hayan implicado mucho en San Benito, ha cambiado la imagen del barrio gracias al plan de rehabilitación de viviendas”. A pesar de que aún hay pisos por arreglar, la presidenta declara que “en mi barrio hay un antes y un después de Pilar Sánchez. Se ha actuado en plazas, rampas de acceso a minusválidos, en las casas, se ha descongestionado la circunvalación... Aunque como se dice, siempre quedan cosas por hacer”.

De la zona de Hipercor, el presidente de Palos Blancos, Jesús Palomo, considera que hay zonas del distrito “que aún hay que actuar. Por ejemplo en Icovesa donde hay unos problemas increíbles”. El punto positivo se lo lleva el reciente centro social que ha abierto sus puertas en San Benito, “creo que es un empujón muy grande para el distrito”.

En su barriada también tiene suspensos y sobresalientes. Los primeros van para el “enfrentamiento que tenemos con Urbanismo. Su delegado se ha cebado con nosotros, nos ha querido quitar las ganas de hacer cualquier actividad, es un machaque continuo”, señala Palomo, quien además recuerda que “otros aspecto negativo de esta legislatura es que no tenemos ningún polideportivo municipal al aire libre”. El aprobado con nota se lo lleva Medio Ambiente, puesto que según el presidente vecinal se ha avanzado mucho en esta materia, “hemos tenido un buen entendimiento”, al igual que ven muy positivo las obras del tren que “van a permitir tirar ese ‘muro’ que tenemos con otras barriadas”.

La asociación de Montealto es la última que analiza en estas páginas la transformación del distrito. Su presidente, Manuel Peña, no cree que dicho cambio sea notable, “no escucho a muchas personas que digan que sí se ha actuado en la zona”. Mucho más crítico se muestra cuando se habla de su barriada ya que declara que “no se puede valorar positivamente que en cuatro años haya llegado la marea negra a sólo una calle, teniendo en cuenta además el mal estado en el que se encuentra Montealto”. Denuncia la falta de diálogo con el Ayuntamiento –en especial con la alcaldesa– y la “nula” intervención en el pavimento, en el alumbrado y el arbolado. “No podemos hablar bien del gobierno local, no tenemos que agradecerles nada puesto que no se echa un duro en esta barriada”, añade.  Sin duda, entre las asociaciones hay disparidad de opinión a la hora de valorar la transformación del distrito, ya que como se dice, nunca llueve a gusto de todos.

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