La abstención jugó un importante papel en cuanto a los resultados que depararon las elecciones municipales del pasado domingo. Así, más de la mitad de las personas censadas en Chiclana no ejerció su derecho al voto, ya que la abstención llegó hasta el 53,35 por ciento, un porcentaje mayor que en los comicios locales de 2015 cuando alcanzó el 51,32%.

En concreto, de las 64.583 personas que podían votar tan sólo lo hicieron 34.458, una cifra muy baja y que va siendo la tónica de las citas electorales con las municipales. La mayoría de formaciones que concurrían a las elecciones atribuyeron este brutal descenso a la excelente jornada soleada que aprovecharon muchas familias para ir a la playa o disfrutar de un día en familia. Según los partidos de izquierdas, el alto porcentaje de abstención les ha perjudicado de manera significativa, ya que el votante de derecha suele ser fiel con las convocatorias electorales.

El último escaño en juego fue asignado a la formación Ganemos de Adrián Sánchez

En especial, el PSOE ha venido llamando a la movilización en las urnas durante prácticamente toda la campaña al ser conocedor que la abstención le reduciría el número de papeletas a su favor. Por otro lado, tras el recuento se contabilizaron un total de 388 votos en blanco y otros 223 nulos. Aparte de estos datos, el cómputo de votos final otorgaba el último escaño a la formación Ganemos Chiclana, liderada por Adrián Sánchez, que obtuvo dos concejales. Asimismo, Vox se quedó a tan sólo 84 votos de conseguir su segundo concejal en el Ayuntamiento.

En otro orden de cosas, en la jornada electoral se registraron varios incidentes en distintos colegios. Por un lado, los representantes de Ganemos en las mesas electorales tuvieron que cambiar de identificación al llevar la imagen de su candidato y, por otro lado, también hubo un incidente en el colegio José de la Vega en la que tuvo que ser expulsado un integrante de una de las mesas por un altercado público.

También cabe recordar la caída de un árbol junto al colegio electoral de El Campito que quedó en un susto, si bien provocó importantes daños a dos turismos estacionados en la zona, uno de ellos recién adquirido y perteneciente a una de la presidenta de una de las mesas de ese colegio donde poco después votó el alcalde del PSOE, José María Román.