La Majestá. En estos domingos primaverales recuerda uno aquellas sencillas y a la vez solemnes procesiones pascuales que se celebraban en las distintas feligresías de la ciudad a partir del domingo siguiente al de Resurrección. En ellas se llevaba la Comunión a los enfermos e impedidos en sus domicilios. La expresión completa era "la Majestá en público" y lo de "Majestá" es forma abreviada de Su Divina Majestad, fórmula reverente para denominar al Santísimo Sacramento. La verdad es que dicha expresión resulta arcaica actualmente. Hace ya bastantes años que no salen a la calle estas procesiones que organizaba la Esclavitud del Santísimo, que hoy en día tiene a su cargo, aparte de algunos cultos eucarísticos, la procesión del Corpus Chiquito. La denominación con la que hemos titulado el artículo de hoy la utilizaban más las personas modestas de los barrios populares en los que estas procesiones primaverales adquirían un cierto sabor y solemnidad. Seguro que a muchos de nuestros lectores les traerá gratos recuerdos estas líneas evocadoras de unas celebraciones que daban un ambiente especial a las calles en aquellas memorables mañanas. Traigo a mi memoria especialmente la de San Lorenzo, que resultaba muy solemne y colorista. Recuerdo perfectamente el orden de salida de estas comitivas eucarísticas de las distintas parroquias. Empezaba Santa Cruz (la Catedral Vieja), seguían el Rosario y San Antonio, le tocaba el turno a continuación a San Lorenzo, La Palma y La Merced, para finalizar en San José. Hay que tener en cuenta que había menos parroquias que ahora.