Setenta y ocho muertos, de los que anoche solamente habían sido identificados cincuenta, y veinticinco heridos, es el resultado del pavoroso incendio que se produjo en la madrugada de ayer en la discoteca 'Alcalá 20'. El juez ha ordenado la detención de los propietarios de la sala, mientras el gobernador civil de Madrid señalaba que las medidas de seguridad eran las correctas.

Los hechos se iniciaron a las cinco de la madrugada, cuando la discoteca iba a cerrar sus puertas. Por causas que se desconocen comenzaron a salir llamas por la zona del escenario. La discoteca tenía una estrecha escalera de acceso que actuó como una auténtica chimenea.

Las llamas provocaron el pánico del público, mientras la salida de emergencia se encontraba bloqueada. Las escenas fueron terribles y hasta una persona murió aprisionada contra una verja. La mayoría de las víctimas fallecieron por asfixia.

Durante más de tres horas las fuerzas de seguridad estuvieron sacando los restos calcinados de los clientes de la discoteca.