Anoche tuvo lugar una fiesta de sociedad en el palacio de la marquesa de Angulo, con motivo de la onomástica de su hijo menor.
Acudió una selecta representación de nuestra buena sociedad, encontrándose el palacio resplandeciente de luz, elegancia y lujo.
La dueña de la casa, vestida con elegante traje blanco, recibió a los invitados y se multiplicó para atender a todos. La concurrencia fue algo menor que en otras ocasiones, ya que hoy celebra sesión el Apostolado de la Oración y hay misa de comunión.
Inútil nos parece decir que de los placeres del baile se gozó en alto grado. El espléndido refresco contó con los más exquisitos vinos.
A las doce de la noche se bailó un rigodón de honor.
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