Economía

Un viaje por el Lejano Oeste de Hollywood al alcance de la mano

  • La magia del cine a través de la provincia de Almería, escenario de grandes producciones del séptimo arte

Aunque muchas películas se rodaron hace ya muchos años, la provincia de Almería y sus escenarios siguen en el recuerdo como referente cinematográfico. En esa tierra se grabaron numerosas escenas de algunos de los grandes éxitos de Hollywood.

Entre todos los escenarios almerienses, algunos de los más importantes se encuentran ubicados entre el desierto de Tabernas y Sierra Alhamilla. Allí se rodaron dos de las películas más importantes de la cinematografía almeriense: La muerte tenía un precio e Indiana Jones y la última cruzada. Ambas se convirtieron el paisaje de la provincia en la frontera entre México y Estados Unidos, en el caso de la cinta de Sergio Leone, y en el continente asiático, cuando rodó aquí Steven Spielberg.

La superficie del rodaje ronda los 1.500 kilómetros cuadrados y supera los 13.000 habitantes, que residen en las localidades de Alcudia de Monteagud, Benitagia, Benizalón, Castro de Filabres, Gérgal, Lubrín, Lucainena de las Torres, Olula de Castro, Senés, Sorbas, Tabernas, Tahal, Turrillas, Uleila del Campo y Velefique.

En ella se produce un importante contraste de paisajes: dos serranías, la de los Filabres y Sierra Alhamilla, rodean una gran llanura donde conviven la belleza agreste del desierto y la abundancia de los campos de olivar. Hay, también, dos cuencas fluviales secas desde hace años: las ramblas de Gérgal y Tabernas, por las que hace miles de años el río Andarax alcanzaba el mar de Pechina; y un brazo del río Aguas, cuyo nombre se convirtió hace siglos en paradoja.

La primera película que contribuyó a popularizar mundialmente estos paisajes fue Ojo por ojo (1957), dirigida por André Cayatte. Esta producción francesa supo captar la inmensidad y la esencia de un horizonte tan deslumbrante como el del Desierto de Tabernas.

En 1961 se rodó el primer western, Tierra brutal, de Michael Carreras, al que rápidamente le siguieron otras cintas como El sabor de la venganza o Antes llega la muerte, ambas de Joaquín Luis Romero Marchent. El año 1964 fue el de la llegada al cine del italiano Sergio Leone, quien revolucionó este género y materializó en Almería tres de sus películas más importantes: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo. También rodó otras dos más: Hasta que llegó su hora y Agáchate maldito.

La comarca Filabres-Alhamilla ha sido testigo de otros género cinematográficos. Así, grandes clásicos como Lawrence de Arabia, de David Lean, Cleopatra, de Joseph Leo Mankiewicz y Patton, de Franklin J. Schaffner representan la cumbre del cine rodado en Almería. Hay centenares de títulos más, filmados hasta la actualidad, procedentes de multitud de países.

Los Dalton contra Lucky Luke, Astérix en los Juegos Olímpicos, Cineman o The limits of control, del independiente Jim Jarmusch, son cintas que se han rodado en estas localizaciones en los últimos años. Y ello sin contar la realización de incontables spots, videoclips, cortometrajes, documentales y reportajes fotográficos. Todo ello certifica que la magia del celuloide jamás ha abandonado a la comarca de Filabres-Alhamilla.

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