Consumo

"Con la subida de los alimentos tengo que hacer el puchero sin ternera y sin cerdo"

La gente opina sobre la subida de los precios en los mercados. / José Ángel García

La subida imparable del precio de los alimentos (pese a la supresión y reducción del IVA), sumada al encarecimiento de las hipotecas y a la inflación en general, está provocando cambios significativos en los hábitos de alimentación de los consumidores en Sevilla, como alterar los principales ingredientes para cocinar el puchero para ahorrar algo más o comprar menos carne, pescado, ciertas hortalizas o leche al mes.  

Hablamos con usuarios y comerciantes del mercado de la Feria. María, jubilada. "Esto de la subida de precios ¡dónde va llegar! Es un abuso grandísimo del Gobierno. En mi casa he dejado de comprar embutido y, por supuesto, pescado, que sólo lo como congelado. La ternera, de tarde en tarde. ¿Y el puchero? Tengo que hacer el puchero sin cerdo ni ternera y por ahora le sigo echando las verduras (zanahoria, nabo, puerro, apio, patata), que no han subido tanto". Su mayor lamento es que no llega a fin de mes. "Para mí todo tan caro es una ruina con 300 euros que pago de hipoteca y una pensión que no llega a 800 euros. Me las veo y me las deseo para llegar a fin de mes", señala. Esta jubilada tiene claro que la solución no llega por que no le interesa a los políticos. "Quien tiene que poner las soluciones no las pone porque no le interesa a los políticos", denuncia.

El precio del cerdo está subiendo aún más estas últimas semanas a una media de 20 céntimos más cada vez y sin que se sepan los motivos, según los carniceros consultados por este periódico, como Luis, del mercado de Feria, que defiende a ultranza "la calidad y los precios en el mercado de abastos, que siguen mereciendo la pena, frente a los de las cadenas de supermercados". Un ejemplo de la subida del cerdo es la carrillada, que se elevó a 13,90 euros en Navidad y no ha vuelto a bajar de precio. Para los que tienen ganado, el pienso de los animales ha sufrido también una subida importante.

Del kilo de calamar a unas rodajas para dar sabor

Comprar menos cantidad de lo que está más caro es otra solución de los consumidores. Lo explica Encarna, de la tercera edad, sobre los calamares y todo el pescado con un enfado mayúsculo. "¡Por Dios! ¡A dónde vamos a parar con los precios de miedo del pescado! ¡De los calamares te cobran un kilo a 19 o 20 euros cuando los han congelado veinte veces!", protesta Encarna. Su solución es comprar unas pocas rodajas "para darle sabor a las patatas" cuando antes compraba un kilo. Lo mismo hace esta señora con la carne. "Pues si antes me llevaba un kilo de carne, ahora me llevo cuarto y mitad", explica. Y concluye que es "insoportable" hacer frente a esta situación porque "todo está subiendo de precio".

"Nos están robando" 

A pocos metros de Encarna, dos señoras que salen de la pescadería responden sobre los precios de los alimentos: "Nos están robando". 

La leche casi medio euro más cara es otra de las quejas de los consumidores. El cartón de un litro que se pagaba a 0,80 céntimos se ha puesto en 1,25 euros como poco. La docena de huevos que costaba 2,5 euros hace pocos años ha ido subiendo de precio hasta los 3,80 euros en la actualidad. "Desde noviembre y diciembre no ha parado de subir y no dejará de hacerlo", comentan los comerciantes de recova, que citan la gripe aviar como posible causa de un encarecimiento medio de precios del 30%.

Las verduras ya están caras en Mercasevilla y las que más se han encarecido son tomate, pimiento rojo (4,80 euros), berenjena, coliflor, brócoli. Los fruteros de los mercados de abasto tienen muy poco margen para subir mucho más el precio. Las familias no llegan a fin de mes porque los salarios no están subiendo al nivel de los precios. 

La bajada del IVA no la nota el consumidor y los precios suben más. Inma, empleada de una de las fruterías, ha detectado que hay menos público comprando por la subida de precios, sobre todo de 40 a 60 años. Daniel, frutero, se pregunta por qué no bajan los precios de muchos alimentos, admite que cuando el frío afecta puede generar subidas y que no se puede culpar de todo a la guerra de Ucrania.

"Sigo comprando, pero busco las ofertas"

Otro truco para ahorrar dinero al mes es ir buscando las ofertas en mercados y supermercados. Lo explica Charo, con familia de cuatro miembros, dos de ellos adolescentes. "La subida de precios que estamos teniendo en los alimentos es demasiado fuerte sumada a la hipoteca y a todo lo demás. Con dos hijos adolescentes que comen mucho y no dejan de crecer, seguimos comprando carne y pescado frescos, así como fruta y verdura en el mercado o en el supermercado, pero busco las ofertas. El puchero lo hacemos con todos sus ingredientes todos los domingos. A cambio o no salimos a la calle a tomar algo o nos privamos de cosas". 

Hay familias que no han rebajado el gasto en alimentación porque pueden permitírselo. Victoria, una señora que vive con su hijo, admite que está notando que se gasta más dinero en comer que antes por el encarecimiento de los alimentos, aunque en su caso su situación económica se lo permite y su salud le obliga a cuidarse bien. Sobre posibles soluciones, coincide con María en que hay alguien a quien no conviene acabar con estos precios de abuso. 

Carmen, otra vecina del mercado de Feria, tampoco ha dejado de comprar lo que necesita en alimentación para ella y su familia de cuatro miembros porque lo considera una prioridad, aunque reconoce que nota todo más caro. 

Desde la abacería del mercado de Feria, Negrete califica de "desproporcionada" la subida de precios sobre todo en los lácteos como mantequillas y quesos, que han subido "una barbaridad sin que se note la bajada del IVA". El efecto es que los clientes se llevan menos cantidad cuando compran. 

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