Foro Joly Andalucía

"Para que el paro remonte, hace falta cambiar la cultura laboral española"

  • El profesor emérito de Economía de la IESE cree que la creación de empleo, y por extensión la mejora del consumo, requiere de un giro de mentalidad más allá del crecimiento del PIB o de reformas estructurales.

El profesor emérito de Economía de la IESE y presidente del Centro Internacional de Investigación Financiera (CIIF), Juan José Toribio, ha analizado la situación económica de España y sus perspectivas de crecimiento en una nueva edición del Foro Joly Andalucía. En su conferencia, Toribio ha destacado que una serie de factores permiten afirmar que la salida de la crisis está en camino, pero que algunas rémoras de la misma, como el alto nivel de desempleo y su influencia directa en la regeneración del consumo interno, necesitarán de cambios más allá de los estructurales para que mejoren.

Tras ser presentado por el consejero delegado de Atlantic Copper, Javier Targhetta, Juan José Toribio ha comenzado su disertación con un dato demoledor: en España se ha perdido un 7,5% del PIB desde que comenzó la crisis allá por el 2007. Sin embargo, el economista ha explicado que, más allá ese dato, es el desplome de la demanda interna el que ha hecho que la crisis haya sido tan dañina en España. El consumo privado supone el 60% del PIB y está lastrado por un paro altísimo y el aumento de los desempleados sin subsidios, problemas cuya solución no está vinculada solamente al crecimiento económico.

Toribio cree que se puede hablar de que España está saliendo de la crisis porque cuatro factores así lo apuntan. En primer lugar, la mejora en el entorno internacional, donde el PIB mundial ha crecido alentado por las economías emergentes y la estabilización de las grandes economías, sobre todo en 2013. Una segunda señal es la consolidación del euro. Toribio recuerda que las especulaciones sobre la salida de la Eurozona de países como Grecia, Portugal o incluso  España han desaparecido gracias a la "actitud expansiva del Banco Central Europeo (BCE), las cumbres europeas de junio y diciembre de 2012 y el avance en la unión bancaria". Todo esto ha ayudado al euro y ha desplazado la incertidumbre en las primas de riesgo.

Otro factor que Toribio considera esencial es el ajuste del sector privado, al que sitúa como actor principal en la fuerza y el modo en el que la crisis ha golpeado a España. Ha recordado que cuando comenzó la recesión el sector público tenía superavit, pero el privado registraba desequilibrios acusados entre lo que generaba y lo que gastaba. El ajuste ha sido de tal agresividad que en apenas dos años ha dado "un vuelco de 18 puntos", propiciado por el "desapalancamiento de familias y empresas y más paro, pero también más productividad".

El analista económico explica que los efectos de los recortes en este ámbito han sido "tan dolorosos" porque se han hecho vía cantidad (desempleo) en lugar de la vía del precio (salarios). Aún así, Toribio defiende que sería un error creer que los "grandes costes sociales han sido en vano" y advierte que la recuperación en este campo no depende tanto de la evolución positiva de la economía ni de los cambios estructurales como de la "modificación de la cultural laboral en sindicatos y empresas". Pone como ejemplo que en España el trabajo a tiempo parcial sólo supone el 14% del total porque no "es admisible", mientras en países como Holanda alcanza el 60%. También ha citado el caso de los minijobs en Alemania para mitigar el paro juvenil o que la mayoría de los parados mayores de 50 años en otros países se hacen autónomos, alternativas rechazadas por defecto en la cultura laboral española que cree que pueden frenar las soluciones para el paro.

El último síntoma que Toribio vislumbra como señal de la recuperación es el saneamiento bancario, que ha supuesto una acumulación de 240.000 millones de euros en provisiones para los bancos y una reestructuración que ha concentrado el 89,1% de los fondos  del sector en 13 entidades financieras, mientras que en 2009 se repartían en 51. El especialista sitúa como principal problema aquí a las cajas de ahorro, a las que se refiere como "instituciones que no han ido avanzando conforme a los tiempos". Muchas de ellas han tenido que convertirse en bancos, por lo que afirma que "los bancos no han sido el problema, sino la solución" en la crisis financiera.

A pesar de todo, Toribio apunta que hay problemas que subsisten. Los localiza en el alto paro, en que el consumo privado no remonta y en que el crédito sigue sin fluir como debe. Ademas, señala que el déficit público "tiene que desaparecer como sea" porque ayuda muy poco a la mejora de estas dificultades. Reconoce que las previsiones de crecimiento para 2014  pueden empeorar si se producen nuevos problemas de incapacidad política (otra recaída de Grecia, por ejemplo); un exceso de desapalancamiento; inoperancia para reducir el déficit; o problemas de conflictividad política, social o territorial. Pero también opina que pueden mejorar auspiciadas por avances decisivos en la unión bancaria o la reactivación del crédito. En cualquier caso, Toribio considera que lo importante de las previsiones no es que se cumplan o no -"que nunca lo hacen"- sino el ánimo que reflejan, que en este caso es positivo y anuncia una mejora.

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