Los contratos temporales cada vez son más temporales, según un informe de UGT que asegura que han pasado de 78,6 días en 2007 a 53,4 en 2015; es decir, 25,2 días menos, lo que se traduce en una bajada del 32%.

Las diferencias son mayores en determinadas modalidades. Así, los contratos de obra o servicio han pasado de una duración media de tres meses en 2007 a menos de dos en 2015; es decir 40,5 días menos, un 44,1% de reducción. Mientras, en 2007 los contratos eventuales por circunstancias de la producción tenían una duración media de 65,5 días, que en 2015 bajó a 41,9 (23,6 días menos, un 36%).

Y es precisamente en estas modalidades en las que más ha aumentado el peso de los contratos de muy corta duración. De 2007 a 2015, los contratos de obra de duración igual o menor a una semana han pasado de suponer el 5,2% al 10,7% mientras que los de duración igual o inferior a un mes han crecido del 8,1% al 14,4%.

Por su parte, los contratos eventuales de duración igual o menor a 7 días han pasado del 27,9% en 2007 al 43,7% en 2015, lo que supone un aumento de 15,8 puntos porcentuales.

Además y según el estudio, el porcentaje de asalariados con un contrato temporal de un día de duración se han duplicado desde 2007 y si antes de la crisis representaban el 0,5%, en 2015 el porcentaje se duplicó al 1,1%.

Según el informe de UGT, el 30% de los contratos de un día de duración se concentra en hostelería y un 10% en actividades administrativas y servicios auxiliares.

Para UGT, el acortamiento de los contratos está relacionado con la progresiva precarización del empleo. El sindicato señala que a partir de 2010 y con la aplicación de los sucesivos cambios legislativos "que han dado más poder a los empresarios", se ha descausalizado la contratación temporal.

Para perseguir el abuso y uso indebido de la contratación temporal, UGT propone revisar el uso efectivo de los contratos de obra o servicio y eventual por circunstancias de la producción en el conjunto del sistema productivo. También plantea aumentar los medios e intensificar la vigilancia y control por parte de la Inspección de Trabajo de los contratos temporales de corta duración. Además, reclama controlar las situaciones de fraude aumentando las sanciones y penalizando el uso injustificado de estos contratos de corta duración en aquellas empresas que los utilizan de manera habitual y reincidente.