La mayoría de las empresas que forman parte del Polo Químico onubense han mostrado una posición más favorable en el primer semestre del año y marcan sus objetivos de recuperación para 2011, después de un 2009 -último año del que se tienen datos cerrados- en el que el valor de la producción cayó un 30% (de 7.054 a 4.956 millones de euros) y el resultado de explotación neto un 81,6%.

La salida a la profunda crisis se atisba, pues, impulsada por los productos de la química básica y la pasta de papel, los primeros en recuperar resultados. En el primero de los casos, las compañías (con un fuerte descenso de la fabricación este año) hablan de una recuperación de la producción de entre un 5 y un 20% para este año y una buena previsión para el próximo. En el caso de la pasta de papel, el aumento de la demanda y alza de precios de la celulosa (también el tipo de cambio euro-dólar) facilita la evolución positiva de este producto, después de que el pasado año pasase por un mal momento.

Así se recoge en el Informe de Sostenibilidad 2009 de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB), difundido ayer. Según este estudio, otros productos están en fase de recuperación pero más lenta. Es el caso de la metalurgia del cobre representada por Atlantic Copper, que espera mejorar sus resultados gracias a su plan de reducción de costes y ante el previsible aumento de la actividad. Más difícil lo tiene el refino de petróleo, cuyo valor de producción se redujo de 3.000 millones de euros en 2008 a 2.100 en 2009, este año pasa por un momento de "atonía" por el estancamiento de la actividad del país y para el próximo tiene un escenario de incertidumbre.

Quedan las eléctricas, por tanto, como sector con un peor panorama dentro del Polo onubense. Durante los primeros meses de este año han sido las instalaciones de generación de Endesa y Unión Fenosa las que han presentado unos peores resultados, con una producción un 10% inferior a la de 2009. La mayor pluviometría y el aumento de la capacidad eólica (y como no el descenso de la demanda) tienen mucho que ver en ese descenso de la producción -las dos centrales de Huelva son de ciclo combinado- y son también amenazas para la evolución de las empresas este año.

Atrás queda por tanto el considerado peor año de la industria onubense en sus 50 años de existencia, en el que la fuerte contracción de la demanda y la caída de los precios se ha sumado al aumento de la competencia de los países emergentes.

Los datos negativos no impiden que la inversión se mantenga, e incluso crezca. Según el informe de 2009, las industrias de AIQB llevaron a cabo una inversión de 547,9 millones de euros en 2009, en este caso superior (un 17,2%) a la de 2008. Con esta cifra, las industrias acumulan una inversión superior a los 4.605 millones desde 1990, de la que más del 60% se ha ejecutado en los seis últimos años.

En cuanto al empleo, la difícil situación provocó la presentación de ocho ERE que afectaron a casi 1.000 trabajadores. No obstante, la extinción de contratos sólo afectó a unas 200 personas; eso sí, la mayor parte de estos despidos fueron de trabajadores con contrato indefinido. En el lado contrario, el empleo externo dedicado a la ejecución de obras experimentó un importante aumento, gracias esencialmente a la ampliación de la refinería de La Rábida.