La distribuidora Lidl planifica crear más de 800 nuevos puestos de trabajo para este año e invertirá 7 millones de euros en formación. Además, abrirá 40 nuevos establecimientos, gran parte de los cuales sustituirán a otros ya existentes y que llegarán a municipios donde la empresa aún no dispone de locales.

Según comunicó el director general financiero de Lidl en España, Ferrán Figueras, esta apuesta por el empleo responde a las expectativas de crecimiento del grupo por su nueva estrategia para este año, que seguirá la línea de 2015, pero con "un fuerte esfuerzo en inversión".

"Queremos seguir siendo el supermercado más barato y vamos a seguir siendo agresivos con nuestra política de precios", aseguró Figueras, que añadió que ser el supermercado más barato para el consumidor español forma parte del "ADN de la empresa" y que "el mejor precio no tiene por qué responder a una peor calidad".

En el ejercicio anterior, la bajada anual en enero de 2015 del IPC un 1,3% y el descenso del 0,65% de los precios de surtido del grupo supuso un beneficio para el consumidor del 1,95% de su gasto, lo que unido a promociones y bajadas de precio a lo largo del año por valor de 60 millones.

Una de las claves para este año es la potenciación de la línea de frescos y del producto español. Para ello, se han incrementado las referencias de frutas y verdura, de pan recién horneado y de carne fresca, se ha incorporado el pescado fresco a un 18% más de tiendas y el pan recién horneado a un 25% más. La participación de frescos en el total del surtido del Lidl supone el 35% del total de sus ventas.