La aerolínea Iberia comunicó ayer el recorte a la mitad del número de ejecutivos, pasando de de tener 82 a 44 directivos. El movimiento se encuadra dentro de su nueva estructura organizativa, que se dota así de un menor tamaño, para "facilitar la flexibilidad, agilidad y eficiencia" y que se suma a la reducción que ya acometió en mayo, cuando la aerolínea redujo su cúpula directiva a nueve altos cargos.

La compañía presentó ayer su nueva organización -que profundiza en los cambios puestos en marcha en mayo por el consejero delegado de Iberia, Luis Gallego- para mejorar la agilidad en la toma de decisiones y facilitar una mayor cooperación y coordinación entre áreas. Gallego ya implementó en mayo de este año una renovación de de la cúpula directiva de Iberia, dentro de su plan de transformación, que implicó la desaparición de las direcciones generales y la reducción a nueve del número de altos directivos que reportarán directamente a él.

Esta nueva estructura orgánica busca aprovechar las nuevas oportunidades de negocio en un sector en plena transformación, a la par que trata de "incrementar ingresos, mejorar la percepción del cliente y establecer un base competitiva de costes".

"Nuestro objetivo es transformar Iberia para que vuelva a ser rentable y competitiva y para ello es imprescindible cambiar la forma en que trabajamos. Esta es una tarea que involucra a todos. Iberia tiene un futuro pero para ello necesita continuar con el plan de transformación en marcha", aseguró el consejero delegado de la compañía.