No se esperaba que China creciese tan poco. La crisis de la deuda en Europa está frenando las exportaciones y las finanzas estatales de Pekín se resienten: el primer ministro Wen Jiabao anunció este lunes que China crecerá sólo un 7,5 por ciento este año, el nivel más bajo de los últimos ocho años. Y la culpa es no es otra que la crisis económica global, dijo Jiabao al inicio de la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo en Pekín, donde pidió alentar la demanda interna. El año pasado la segunda mayor economía del planeta creció un 9,2 por ciento y en la actualidad ya es uno de los principales ejes de la coyuntura mundial.

Wen Jiabao se refirió en términos críticos al trepidante crecimiento económico logrado en los últimos años, que en ocasiones llegó a ser incluso de dos dígitos por considerar "que no era equilibrado, no estaba coordinado ni se podía mantener". El desarrollo económico tiene que "ser mas fuerte, más eficiente y sostenible", dijo en su intervención, una suerte de rendición de cuentas, que duró casi dos horas. La crisis, dijo, también está presionando las finanzas del Estado. En la presentación del borrador del presupuesto ante los 3.000 delegados, el Ministerio de Finanzas advirtió de "significativos desequilibrios entre los ingresos y los gastos".

Como la situación financiera en 2011 se ha desarrollado mejor de lo esperado, China se ve todavía este año en una "situación difícil", explican los guardianes de las cuentas públicas. El déficit en el presupuesto estatal es de 96.000 millones de euros, lo que supone el 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto. El año pasado fue del 1,8 por ciento. El Ministerio de finanzas advirtió en el Congreso en contra de las persistente incertidumbre global.

Debido a la crisis de la deuda en Europa, y la evolución poco alentadora de la coyuntura en Estados Unidos, las perspectivas para la industria exportadora son sombrías. Este año el crecimiento del comercio exterior se reduce a la mitad al ser un 10 por ciento, pronosticó la Comisión de Desarrollo y Reformas. En 2011 aumentó todavía un 22,5 por ciento. "El entorno para la evolución de la coyuntura global en su conjunto no va a mejorar notablemente este año", se afirma en el informe presentado al Congreso Nacional del Pueblo. "Nuestras exportaciones se encuentran ante una situación sombría con creciente proteccionismo en el comercio y en las inversiones así como un demanda externa más débil".

La caída en la demanda externa se pretende equilibrar con el fomento del consumo interno. "Vamos a trabajar duro para asegurar el crecimiento en la demanda del consumidor", prometió el poderoso órgano que dirige la economía. El volumen de negocio en el comercio se espera que aumente un 14 por ciento en 2012. Se subirán los ingresos más bajos, los salarios mínimos y pensiones y se mejorará el sistema salarial en instituciones gubernamentales. Las inversiones en activos fijos aumentarán en todo el país un 16 por ciento.

China deberá encontrar un equilibrio entre crecimiento, reestructuración de la economía y control de la inflación, se pide en el borrador del presupuesto. A su vez se pide que la planificación de la política financiera sea "más flexible y previsible". Los ingresos de los presupuestos centrales y locales tienen que crecer un 9,5 por ciento hasta los 1,36 billones de euros. Por el contrario, los gastos aumentarán más, un 14 por ciento, hasta los 1,49 billones de euros.

Los presupuestos para educación, asuntos sociales, empleo o salud ascienden considerablemente una media de entre el 15 y el 17 por ciento. La ampliación de los sistemas de pensiones y de los seguros de enfermedad, así como las inversiones en vivienda social conllevan considerables gastos, se señala en el borrador del presupuesto, que los delegados aprobarán al finalizar este congreso de diez días, el 14 de marzo.