ser o no ser

No sabemos lo que tenemos

Acabo de ver en internet un avance del disco ‘10 Boleros’, creado por mi buen amigo Miguel Ángel García Cossio, y que se podrá conseguir con Diario de Cádiz y demás periódicos del Grupo Joly próximamente, y he quedado gratamente impresionado. Cádiz vive tan inmersa en su Carnaval que no se da cuenta del tesoro que tiene entre manos. La creatividad de esta tierra no tiene parangón, pero el problema (o la virtud) es que vuelca todo ese derroche en Carnaval, cuando hay vida más allá de esta fiesta. Cádiz tiende a hacer del Carnaval un modo de vida, cuando muchos gaditanos podrían vivir de su creatividad y de su arte, sin pagar diezmos al Carnaval. El pasodoble de ‘Los Condenaos’ en versión bolero es una maravilla que compraría, en música y letra, cualquier cantante de los de nivel mundial. La voz de Rafa Taleguilla pasa por encima de cualquier ganador de cualquier reality musical televisivo. Aquí hay creadores y artistas, pero de los de verdad, para parar un tren. Hay coplas de Carnaval que si se versionan en distintos estilos son aún mas preciosas, si es que eso es posible. Les pongo un ejemplo. El pasodoble de ‘La Banda de Cagarrutas del Monte’, del Selu, ralentizado y convenientemente arreglado, sería una preciosa marcha de Semana Santa. Así, como suena. Hagan la prueba y luego me cuentan. Los catalanes y argentinos tienen fama de tener las mejores agencias de publicidad, pero si se montara una en Cádiz, los creativos gaditanos dejarían en bragas a cualquier agencia de postín. Se lo aseguro. Cádiz es arte, pero no es consciente de lo que atesora. Ni en composición, ni en cante, ni en nivel musical, ni en su inmensa creatividad. Si algún día Cádiz abriera su mente al mundo, sería imparable. El Carnaval es maravilloso, y que nunca nos falte, pero hay vida más allá de él. Y estamos al nivel de los mejores.

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