si caminito del Falla

De aquí a la eternidad

  • La comparsa de Martínez Ares navega entre las aguas que separan la vida y la muerte como el mítico Caronte

Si caminito del Falla | La eternidad / JULIO GONZÁLEZ

"Cádiz tenemos toda la eternidad..." Lo prometido es deuda, y como aún no hay mortal que controle el ritmo relativo del tiempo, Antonio Martínez Ares cumple con la palabra firmada con el Gran Teatro Falla y este año le presenta su propia visión de 'La eternidad' que no es otra que "Cádiz misma, todos los Cádiz solapados, Gadir, Gades, el actual, el real y el soñado", adelanta el Niño querido del Carnaval gaditano entre flores, rosarios y cadenas que salpican una de las plantas del centro del mayor de la calle de la Rosa.

Flores, rosarios, cadenas, y 5.200 botones repartidos entre las solapas de las chaquetas de los comparsistas que se meten en la piel de Caronte, el barquero que en la mitología griega navega entre las aguas que separan la vida y la muerte transportando las almas de los finados.

"Pero tranquilos los gaditanos, tranquilos, porque cuando los gaditanos mueren van a Cádiz". A ese otro Cádiz que "es igual" y es distinto porque es "todos los Cádiz", va desgranando Martínez Ares que, justo por este motivo, no quería "que el tipo fuera demasiado oscuro, ni demasiado tenebroso ya que el destino final es encontrarse con Cádiz".

'La eternidad' responde a ese "existencialismo" que acosa al ser humano cuando va deshaciéndose de calendarios. Y Antonio, a punto de cumplir cifra redonda, se pregunta lo que todos alguna vez nos preguntamos o nos preguntaremos. "Las grandes preguntas que no tienen respuestas y que uno, modestamente, intenta responderse desde su punto de vista", reflexiona el creador que, sin embargo, reconoce que acariciaba la idea de esta comparsa "desde hacía mucho tiempo, desde cuando estaba en el Carnaval antes de esos 13 años".

Pero llega ahora, justo ahora, "cuando he perdido a muchos amigos en este último año", cuando "piensas en ese homenaje que siempre le has querido dar a cada carnavalero, flamenco, artista que no está pero, siendo sincero, y como te he dicho antes, es mi homenaje para esos amigos que he perdido en este último año", confiesa.

Un año, "el año del camaleón", rotula, que termina hoy "cortando el cordón umbilical" con 'Los cobardes', la agrupación que supuso su vuelta al Carnaval después de 13 años y que le ha deparado "muchas alegrías", incluso más allá del primer premio. "Siempre es raro desprenderse de una agrupación pero hoy empezamos otro año, con otra cosa, de otra manera, y lo que puedo decir es que desde hoy, y hasta el día que el jurado decida que estemos en el Concurso, lo que va a escuchar el público en el Teatro Falla es cien por cien gaditano".

Tan gaditano como este barquero creado por el autor y confeccionado por María Vernal y su equipo con el mimo necesario para un diseño donde cada detalle -como los rosarios trabajados por Pedro Miguel Sánchez y Carmen del Valle- tiene su simbolismo: las llaves, las cadenas, los colores de la tricolor en antifaz maquillado por el equipo de Sara Romero, las flores del sombrero diseñado por Quattro y trabajado por la empresa gaditana Que Se Note Decoración.

Y los 5.200 botones que simulan el pago que Caronte recibe para llevar las almas hacia la eternidad. "Cada tipo contará con unos 250 botones, como seis rosarios y varias cadenas", puntualiza María Jesús Vernal sobre los tributos con los que cargan cada componente de una agrupación que apenas registra cambios con respecto al año pasado. Así, las bajas de Cristóbal (por enfermedad) y David Gaviño (por trabajo) se suplen con Chúa en el bombo y Hugo León en la punta.

'La eternidad' es Cádiz, dice Martínez Ares. Aquí es la eternidad.

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