La cola de la taquilla del Falla, más caldeada que su escenario
Un problema con los ordenadores del servicio ralentizó en exceso el proceso
La primera sesión del Concurso estuvo marcada por un amago de altercado en las taquillas del Falla, donde problemas para recoger las entradas compradas por internet enervó a muchos aficionados. Luego, en el interior el homenaje a ‘Los pajeros’ no pudo disimular un ambiente muy frío, con muchas localidades vacías. Sólo con un par de actuaciones se sintió la presencia de público, al que se le notó que aún no está metido en la vorágine del Concurso.
Las horas previas al inicio de la función fueron de cierta tensión en torno a las taquillas del Falla. Los aficionados que habían adquirido sus entradas por internet no podían recogerlas debido a que un problema había obligado a unificar las colas de los que querían comprar localidades de las puestas a la venta directamente en taquilla con la de aquellos que iban a recoger sus localidades adquiridas por Unitickets.
El fallo en el ordenador habilitado para este último servicio obligó a estos aficionados a incorporarse a la cola de taquilla, lógicamente detrás de los que estaban en ella. Así, a pocos minutos para el inicio de la función, muchos aficionados no tenían aún sus localidades.
Poco antes de las 20:00 horas la intervención de la Policía Local tranquilizó los ánimos, ya muy caldeados, y se habilitó la otra taquilla del teatro para la compra de localidades para todos los días y tratar así de agilizar la recogida de aquellos que ya la tenían comprada.
Dentro del teatro, los 50 años de la comparsa, representada en ‘Los pajeros’, obra de su creador, Paco Alba, fue el punto de partida del concurso de agrupaciones de 2010.
José Rodríguez Hurtado Chatín y Manuel Márquez Delgado Lolo, representaron al emblemático grupo 50 años después de clasificarse por delante de ‘Los pajareros’ y ‘Los cumplidos’.
Minutos antes de las nueve de la noche ambos se encontraban ya en la parte trasera del teatro donde Chatín afirmaba que todavía era capaz de cantar aquellos pasodoble, mientras que Lolo recordaba que en su casa se quedó el pequeño burrito blanco que llevaba la agrupación.
Luego, ya sobre el escenario, el presentador de sala, Eduardo Bablé, dio la bienvenida a los presentes y aludió al homenaje citando los nombre de cada uno de los componentes de ‘Los pajeros’.
Después Chatín agradeció el acto de reconocimiento y recordó a los compañeros ausentes, mientras que Lolo, tras confesar que era parco en palabras, dijo que la agrupación marcó una época en la fiesta más grande de Cádiz.
Finalmente, el primer teniente de alcaldesa José Blas Fernández y el delegado de Fiestas Vicente Sánchez, le entregaron a cada uno una artística estatuilla de recuerdo, en presencia de Miguel Villanueva, de la Asociación de Autores; Francisco Martínez Mora, de la de Coristas Gaditanos; Julio Pardo, del Colectivo de Autores Independientes, y Joaquín Quiñones, de los Antifaces de Oro, así como el gerente del Patronato del Carnaval, Jesús García Chaparro.
El inicio de la función fue frío y distante. Además, tampoco se dejaron ver rostros famosos ni carnavalescos reconocidos, algo que también contribuye a animar las sesiones, pero esta asistencia se incrementa cuando el cartel tiene gran atractivo, algo que no era el caso. La presencia de mucho público de fuera produjo un efecto muy habitual en este tipo de casos: vienen a ver a su grupo y al resto de agrupaciones, a no ser que sea una de las grandes, apenas le prestan atención.
Sólo con el cuarteto, que sorprendió en su parodia, se animó el teatro.El buen nivel de la chirigota de Sevilla provocó que se prolongara este buen momento, pero el descanso amainó la cosa.
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