Retrocarnaval

José María Ruiz 'El Tomate': “Por mi calle pasaban las chirigotas y yo me perdí siguiendo a ‘Los gorilas”

José María Ruiz Pintado 'El Tomate' en la plaza de las Viudas.

José María Ruiz Pintado 'El Tomate' en la plaza de las Viudas. / Jesús Marín

Nacer en los Callejones de Cardoso, esquina Pasquín, predispone a cualquiera para aficionarse al Carnaval. Eso le ocurrió a José María Ruiz Pintado ‘El Tomate’, un gaditano del que muchos creen que nació en San Fernando porque su trayectoria en la fiesta está muy vinculada a ese municipio, pero el origen de este carnavalero es capitalino. “Mi padre salía en agrupaciones como ‘Los herradores’ o en coros como ‘La policía montada del Canadá’. Cuando ensayaba en un lavaero de Pasquín número 1 yo subía a ver los ensayos. Por mi calle pasaban las agrupaciones y yo me perdí siguiendo a ‘Los gorilas’ de Fletilla en el 59. Toda la casa de vecinos buscándome porque no aparecía (risas)”.

Su primera agrupación fue ‘Los tontolines’ en 1969 y de ahí pasó a un coro, ‘Los huertanos’ (1970), de Antonio Torres y Paco Alba. “Me dijeron que estaban haciendo pruebas en las Puertas de Tierra. El mismo Paco Alba hacía las pruebas y me eligió para cantar de segunda. Fue muy gracioso porque para cantar de bajo iban Antonio el Guardia, Jesús Monzón y otro hombre que se puso malo y no pudo salir. Y Paco Alba decidió que me subiera con los otros dos, pero cantando de segunda”, recuerda.

Del 70 al 81 se produjo un gran parón en su trayectoria. ¿Por qué dejó de salir? “Por una razón muy sencilla. Prefería estar con mi novia. Yo era un fiebre, pero no tenía ojos nada más que para ella”. Ya casado retomó el Carnaval para 1981. “Me coloqué en la Bazán y allí estaba trabajando Manolo Martín ‘El Gitano’. Estaban buscando gente para una chirigota y él les dijo que preguntaran por mí, pues sabía que yo había salido en Cádiz. Así entré en ‘Los celtas cortos’”, explica.

El Tomate en el cuarteto 'El casado casa quiere', de 1997. El Tomate en el cuarteto 'El casado casa quiere', de 1997.

El Tomate en el cuarteto 'El casado casa quiere', de 1997. / D.C.

Nada más llegar en el seno del grupo había un debate entre dos músicas de pasodoble. “A mí, por ser el nuevo, me dieron el marrón de decidir. Una era de El Carota y otra de Paco Aranda. Y elegí la segunda, que es la que se quedó, porque le pegaba más al tipo. La de El Carota era más aflamencada”. ‘Los celtas cortos’ fue primer premio provincial, por delante de ‘Los pollitos mi compare’ de Juan Rivero. “Era mejor chirigota que la nuestra. Más conjunto, más letra. No esperábamos el primer premio. Hay gente que no entiende que yo sea tan sincero en esto, pero era la realidad. La chirigota acabamos escribiéndola entre unos cuantos porque el autor no estaba inspirado”, expone.

"En el coro 'Los huertanos' (1970) el mismo Paco Alba hacía las pruebas y me eligió para cantar de segunda"

Aranda y el mismo grupo sacaron en 1982 ‘Los avíos del puchero’. Ahí nació el mote de nuestro protagonista. “Sería porque yo estaba más gordito y coloradito. Me dieron el papel del tomate. Uno iba de apio, otro de carne, otro de tocino.. y a mi me dieron el papel de tomate. Yo veía luego que la gente, a escondidas, se refería a mí como el que iba de tomate. El tomate, el tomate. Y a mí me daba igual”.

Juan Rivero le había echado el ojo en ‘Los celtas cortos’ y le llamó para salir en 1983 en ‘Los tontos no se separan’. “Para mí era un halago, pero su grupo se enfadó porque si entrábamos cuatro del grupo de 'los celtas' tenían que salir los mismos de ‘Los naranjitos’. No estaba la cosa clara. Le dijimos a Juan Rivero que nos íbamos y que sacaríamos una chirigota. Juan se asustó y dijo que nosotros entrábamos a la fuerza y el que no quisiera, que ahí tenía la puerta”, relata. Y ‘Los tontos no se separan’ hicieron historia siendo la primera chirigota de la provincia en ganar el concurso unificado, hito que mantuvo hasta este 2023 en que ganó la chirigota de Chiclana de Jose Molina y El Melli.

"'Los pollitos mi compare' era mejor chirigota que la nuestra, 'Los celtas cortos'. Más conjunto, más letra"

El Tomate recuerda el pasodoble que llevaba la chirigota a la unificación y a lo que esta decisión había perjudicado a las agrupaciones de la provincia. Al principio se escucharon silbidos “pero al final reventó el público y fue uno de los grandes momentos que yo viví en el Falla. Y era un pasodoble que algunos del grupo no querían cantar, pero decidimos cantarlo. Y al acabar, la mayoría lloramos. Clavé las rodillas y me hice sangre con una puntilla”. La chirigota de La Isla se impuso a ‘Los cegatos con botas’, una agrupación histórica. “Nosotros teníamos más garra, pero ellos tenían la elegancia y el ingenio”, admite.

El Tomate en el Carnaval 2023 con la chirigota 'Las comadronas de Villacapona de la Frontera'. El Tomate en el Carnaval 2023 con la chirigota 'Las comadronas de Villacapona de la Frontera'.

El Tomate en el Carnaval 2023 con la chirigota 'Las comadronas de Villacapona de la Frontera'. / Miguel Gómez

De manera sorprendente El Tomate no siguió con Rivero para 1984, pasando a la modalidad de cuartetos. “Me cogió Antonio Martín y tenía un tipo para que saliésemos yo, el Salvi, el Maspapas y Juanito el que iba de Doña Rogelia. Quería sacar ‘Las cuatro potencias mundiales’. Pero Juan Rivero no quiso dejar ir al Maspapas y metimos en el cuarteto al Joti. Y se cambió el tipo a ‘Goma 2’, representando a la boda de Lolita”, evoca.

En este cuarteto vivió la experiencia más desagradable de su historia. En la final, después de que Diario de Cádiz adelantase los premios, el ambiente del Falla estaba caldeado. Las tres agrupaciones que Martín metió en la final -‘Andaluces por el mundo’, ‘Pulpo a la gallega’ y ‘Goma 2’- sufrieron las iras del público. Avanzada la actuación, y ante los silbidos, El Tomate, que iba de Lolita, se dirigió al respetable: “Perdonad señores, pero nos vamos, nos despedimos porque no nos dejan actuar. El premio ‘pa’ ellos, y nos vamos. Ustedes no tenéis culpa. Nos han echado esos sinvergüenzas”, parece que dirigiéndose al jurado. El cuarteto fue descalificado. “Cantamos a las siete de la mañana. No era a nosotros, luego me di cuenta. Era al jurado”, añade.

"Siempre he tenido los pies en el suelo. Que no me llevo premio, ¿bueno y qué? Esto es Carnaval, nada más”

Para 1985 El Tomate iba a volver con Juan Rivero. Otra historia inconclusa. “Íbamos a sacar con Juan ‘Los que nacieron cansados’. Y teníamos el popurrí medio hecho. Y me entero en la Aeronáutica que también escribía en Cádiz para la peña Los 14 resultados. Lo dije en el ensayo y él lo negó. Estaba convencido de que si Juan escribía dos chirigotas, la de la capital tendría ventaja para ir a la final. Al día siguiente me lo vuelven a decir por otra parte y ya se descubrió el pastel. Le dijimos que o la de Cádiz o la nuestra. Y decidió irse a Cádiz. Entonces, a nosotros se nos ofreció todo el mundo para echar un cable en las letras y logramos sacar la chirigota”.

Rivero hizo en Cádiz ‘Los brutos secos’, primer premio, y nosotros, con una idea que me dio Antonio Martín en la Aeronáutica, fuimos tercer premio con ‘Los supermantas’. Curiosamente fuimos los dos grupos a una final son solo tres agrupaciones”. “Ah, y en la final cantamos la mitad de un pasodoble que no era el que correspondía. Entramos todos en otra letra porque era muy parecido el tema. No se dio cuenta nadie. Eso fue porque hicimos la chirigota a la carrera en poco tiempo”, apunta.

En 1986 tuvo el honor de salir con Agüillo en el cuarteto ‘Tres en uno’, en 1987 con la chirigota ‘Nos tienen que matar’ de nuevo en La Isla y vuelta a Cádiz en 1988 para salir en la chirigota ‘Los que van con bulla’. En su historia de amor y desamor con Juan Rivero regresó al redil para salir en ‘Micky Jackson y los Biter-Cal’, que fue finalista. “Ya me agarró del todo haciéndome director en ‘Los santos inocentes’”, destaca. Luego fue Monserrat Caballé en ‘El concierto del siglo’ y siguió con Rivero en ‘Los bombos de Colón’ (1992), ‘Pan pa hoy y jambre pa mañana’ (1993) y ‘Los que la levantan con el pito’ (1994), para volver a la capital y salir con Pepón en ‘Un diíta de Corpus en Cádiz’ en 1995.

De gira siete años con Juan Rivero sin ir al Falla

Después de experiencias en cuartetos como ‘Quién me iba a decir a mí que el padre de mi niño sería Guardia Civil’ en 1996 o ‘El casado casa quiere’ en 1997 y otras chirigotas como ‘Una chirigota con invertidos’ en 1998 y ‘Er chulín de Ubrique’ en 1999, El Tomate se fue de gira con Juan Rivero sin pisar el Concurso del Falla. “Fueron siete años por toda España. Juan decidió centrarse en el trabajo que teníamos fuera, pues le seguían llamando de muchos ayuntamientos, en lugar de ensayar para el Falla. Hicimos chirigotas como ‘Somos Cristianos pero no Ronaldos’ o ‘El imperio contra Paca’. Éramos ocho tíos y venga a viajar por España”, rememora.

Sobre Juan Rivero dice que “ganamos con él un montón de dinero, pero currando por derecho. Era una gran persona y vivía del Carnaval, nunca lo ocultó. Y más listo que el hambre. Le gustaba concursar en el Falla, pero tenía la cabeza en las actuaciones por España. Por eso sacaba tantos temas abiertos”. Insiste El Tomate en recordar una anécdota del coplero de La Isla: “Cada vez que cantábamos en el Falla se ponía tan nervioso que se metía en una iglesia a rezar. También iba a misa cuando cantábamos en otras ciudades”.

En 2013 regresó al coro con Manolo Guimerá en ‘Ustedes estáis fatá’ y siguió con este grupo unos años más. “Fue una experiencia buenísima. Me costó trabajo irme, pero es que soy de culo inquieto”. Le sucedieron chirigotas como ‘Las que embrujaban de verdad’ en 2018, ‘El sábado me lo trago enterito y el domingo me lo repito’ en 2019, ‘Las comadronas de Villacapona de la Frontera’ con Jesús Romero en 2023 y para 2024 saldrá con Servando Sabajanes padre e hijo en ‘Los pihorror’.

Por él no pasan los años y parece que tiene cuerda para rato, con la voz de tenor intacta y sin más pretensiones que seguir disfrutando del Carnaval. “Siempre he tenido los pies en el suelo. Que no me llevo premio, ¿bueno y qué? Esto es un concurso, es Carnaval. Nada más”, dice con humildad.

Concluye reconociendo que le quedó una espina clavada en el Carnaval. “Me hubiera gustado salir con Juan Poce, que era buen amigo de mi padre”.

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