Retrocarnaval

José Luis Naranjo: “Me fui del Carnaval cuando me tenía que ir y nunca lo eché de menos”

José Luis Naranjo en la cafetería El Árbol de la calle Gas.

José Luis Naranjo en la cafetería El Árbol de la calle Gas. / Julio González

Un auténtico hombre en la sombra. José Luis Naranjo siempre huyó de los focos, pero quienes fueron testigos de aquella etapa carnavalesca entre 1985 y 2000 saben que su influencia en la aparición y auge de la comparsa de Antonio Martínez Ares fue decisiva. En esos quince años, nuestro protagonista vivió intensamente lo que muchos carnavaleros no logran 30 o 40 años. Es José Luis, “el cojo de ‘Los piratas’ o el calvo de ‘Zombies’”, como él, con sorna, recuerda.

Su debut en el Carnaval se produjo en juveniles con la comparsa ‘Sabor a mar’, con autoría de Jose Fernández, quien posteriormente sería su compañero de fatigas, y dirección de su hermano Juan. José Luis reconoce que antes de iniciarse con esta comparsa “no tenía ni idea del Carnaval ni estaba vinculado”. Pero un buen día empezó a parar en su barrio, los grupos Manuel de Falla, porque iba “detrás de una chavala”, y su primo, Fali Vila, le enganchó para salir.

El salto a la categoría de adultos lo dio con pértiga. “Estando sentado en un banco de mi barrio pasó mi primo Fali y me dijo que iba a casa de Antonio Martínez Ares, que vivía también en nuestro barrio. Me convenció para ir. Y en el cuarto de Antonio nos pusimos a cantar los tres y ahí me invitaron a salir en ‘Zombies’”, recuerda. Tenía solo 19 años. “Él venía de hacer ‘Requiebro’ pero aún no era conocido”, apunta.

Jóvenes sin miedo se unieron a Ares para sacar una comparsa arriesgada, “adelantada a su tiempo” como ‘Zombies’, una versión comparsista del video ‘Thriller’ de Michael Jackson. “Yo sabía ya desde los primeros ensayos que Antonio tenía potencial. Se veía venir que aquello era otra historia”, indica. La comparsa no llegó a la final como tampoco la siguiente, ‘De locura’ en 1986. “Eran buenas comparsas, pero no como para la final. Eso lo reconozco”.

Para 1987 “la mayoría de componentes pidió a Antonio una idea más de Cádiz. Yo por mi parte quería seguir esa línea más novedosa”. El autor decidió entonces sacar ‘Esto es Carnaval’, haciendo caso a las rogatorias de quienes querían alcanzar la final. A la tercera, la vencida. La comparsa cantó en la gran noche y se alzó con el cuarto premio. “Era un paréntesis en la trayectoria de Antonio y en 1988 volvimos al riesgo con ‘Entre tus brazos’. Repetimos final y es verdad que fue la comparsa con la que enganchamos definitivamente a la juventud”, evoca.

Después llegaron dos proyectos fallidos en cuanto a resultado: ‘Con unas y dientes’ (1989) y ‘Sonri-sillas’ (1990). Con esta última José Luis esperaba “un premio”. Señala que Ares inició ahí una nueva línea, influenciada por la comparsa ‘Soldaditos’ de 1989. “Antonio había entrado en el Teatro Andalucía para ver esta comparsa. Yo le estaba esperando fuera con su novia y cuando salió nos dijo: ‘Ya sé lo que quiero sacar’. A partir de ahí comenzamos a crecer.

‘Calabazas’ y su segundo premio en 1991 marca un punto de inflexión en la historia de esta comparsa, que se consagra definitivamente como una de las grandes y conquista a los aficionados de toda Andalucía. En 1992 sacaron ‘Do re mi fasoleando’ y coincidieron en tipo con Antonio Martín. “Varios de la comparsa hicieron noche en la Fundación Gaditana del Carnaval para inscribirnos antes”, explica. Fue un pique que se prolongó varios años. El martinismo veía amenazado el trono del coplero de San Vicente con la irrupción de Martínez Ares. “Es verdad que siempre hubo pugna, pero entre los componentes de una y otra había buen rollo”.

El primer premio estaba al caer y llegó en 1993 con ‘Los miserables’. “Fue la consagración de un proyecto. Como una liberación”, admite. Una comparsa acompañada de polémica por el crítico pasodoble contra el Papa Juan Pablo II. “Fue el segundo pasodoble que trajo Antonio y cuando lo cantó en el ensayo dije yo: esto es primer premio. Ya en el verano de 1992 habíamos salido de cantar de Sanlúcar y me dijo muy serio: ‘El año que viene nos vamos a llevar el 1. Y así fue”.

“Los templarios fue la comparsa más adulta que sacamos. Densa y austera, pero muy bonita. Fue un gran palo”

‘La ventolera’ (1994) repite triunfo. La comparsa estaba en su punto álgido, pero con ‘El brujo’, otra comparsa que marcó una época, llegaron malos momentos tras el Concurso. El coche donde iba José Luis, de copiloto con Paquito el Caja, y con Chicuelo, el postulante, detrás, sufre un accidente de importancia. “Veníamos de cantar de La Línea y a la altura de La Muela, en una curva, un conductor dormido se metió con su coche en nuestro carril y nos pegó un enorme viaje”. Este percance afectó especialmente a José Luis, el peor parado. “Llevo ya cuatro operaciones de cadera y sigo arrastrando problemas”, expone.

El otro sinsabor tras ‘El brujo’ fue la ruptura del grupo, del que salieron siete componentes. “Las cosas del Carnaval, el tiempo lo cura todo”, señala. La renovación no sentó mal a la comparsa y con ‘La trinchera’ se consigue otro primer premio. “Fue otra liberación. Nos lo merecíamos después de tanta presión por el cambio de grupo y los rumores que había”, afirma

‘El vapor’ (1997) quedó en segundo lugar. Fue la antesala de uno de los grandes pelotazos de la historia del Carnaval: ‘Los piratas’. “No es por nada, pero también me lo veía venir”, dice entre risas. Para José Luis Naranjo, el tercer premio del año siguiente con ‘Los templarios’ fue una de sus mayores decepciones. “La comparsa más adulta que sacamos. Densa y austera, pero muy bonita. Fue un gran palo”.

Se despidió en el año 2000 del Carnaval y de la comparsa con otra bofetada: ‘La milagrosa’. “Aquello fue muy doloroso, sobre todo ver cómo el público se alegraba de vernos fuera de la final. Y eso que ‘La milagrosa’ era un comparsón. Ahí escribió Antonio ocho pedazos de pasodobles. Nos pesó la guerra de Antonio contra el Ayuntamiento al frente de la Asociación de Autores con Valdivia. Se lo avisamos. ‘Nos van a dar’, le decíamos. Y nos dieron bien”.

"Ganar con 'La trinchera' fue otra liberación. Nos lo merecíamos después de tanta presión por el cambio de grupo y los rumores que había”

El amor se acaba. Y se rompió de tanto usarlo. 15 años después el grupo liderado por Ángel Subiela rompe con su autor. Dos años después quedaban rescoldos. Martínez Ares sacaba ‘La revolución’ y su anterior grupo, ‘Los ángeles caídos’ con Juan Carlos Aragón. Coincidieron en la misma sesión de preselección, formándose una gran polémica. Dos letras, una por cada bando, fueron el detonante.

A José Luis, ya fuera del grupo, le cogió en primera fila: el palco del jurado. Era vocal de chirigotas. “Me fui para la sala trasera donde se reunía el jurado y me harté de llorar, viendo a lo que había llegado todo”. Estaban enfrentados sus compañeros de siempre con un autor que para José Luis era “como un hermano”. “Ya no hay esa gran amistad, pero seguimos en contacto”, añade.

José Luis Naranjo dijo adiós al Carnaval en el año 2000 con solo 35 años. “Ya estaba cansado de cantar todos los fines de semana fuera de Cádiz. Estaba loco por un sofá. Me fui cuando me tenía que ir y nunca lo eché de menos”, concluye.

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