Carnaval de Cádiz | Segundo fin de semana

Un sábado que fue de menos a más

  • A Cádiz le costó arrancarse el fin de semana más autóctono, donde pudo vivirse un ambiente muy disperso por prácticamente toda la ciudad

El coro 'Tócame' en el carrusel de coros de la Viña.

El coro 'Tócame' en el carrusel de coros de la Viña. / Julio González

El segundo sábado de Carnaval se fue creciendo a medida que transcurría la jornada. Fue de menos a más, con mucho ambientito y muy familiar por todas partes, pero poco ambientazo por ninguna durante las horas de sol. Quizás por ubicarse en ese día inexistente que cada cuatro años aflora en nuestro calendario-29 de febrero-, el sábado se convirtió en una jornada cuanto menos, singular.

Y es que a Cádiz le costó arrancarse por carnavales en este segundo fin de semana, le pesó las horas de fiestas acumuladas en este largo puente de Andalucía, a lo que se sumó la afición por el equipo de sus amores, que reservó a otra parte del público para el partido del Cádiz C.F.-Almería. Esto y las actividades programadas por varios puntos de la ciudad, desde coros por el Mentidero, la Viña y el Paseo Marítimo, además de la Cabalgata del Humor y las degustaciones tipo Papas aliñás, Migas extremeñas y Panizada repartió al público por prácticamente toda la ciudad. Buena parte deambulando de un lado para otro en busca de sus favoritos.

A la hora del almuerzo, el ambientillo se hacía notar más en los barrios de la Viña y el Mentidero, al calor de los tangos en sendos carruseles. En la Viña, los coros ‘Los payasos del callejero’, ‘Los garabatos’, ‘Creaciones S.A.’, ‘Al sonar las doce’, ‘Tócame’, ‘Tres deseos’ y ‘Al sur del sur’ se dieron su vueltecita a bordo de sus bateas, mientras el público disfrutaba tranquilamente y sin grandes aglomeraciones de sus coplas y estribillos. La esquina del Manteca fue quizás de las más concurridas, donde también pudieron verse a cadistas y almerienses con sus camisetas apurando al máximo las horitas de Carnaval.

Tangos y estribillos por aquí y por el vecino barrio del Mentidero, donde cantaron ‘Los superhombres’, ‘La colonial’, ‘Manos arriba’, ‘Cádiz resiste’ y ‘Rayadillo’. Los más rezagados fueron los cuplés de chirigotas callejeras,y los cartelones de los romanceros, que se dejaron ver algo más tarde, pasadas las 3 e incluso 4 de la tarde, atrincherándose quizás un poco más por Viudas y Mentidero.

En los lugares típicos -escalerillas de Correos, las de Torre Taviera, Sagasta y San Lorenzo- se contaban por cuentagotas las agrupaciones callejeras que lanzaron repertorios, mientras que la presencia de agrupaciones de nuestro COAC era prácticamente nula. En general, costó encontrar agrupaciones conocidas -oficiales y no- durante las primeras horas al sol, aunque haberlas haylas, entre ellas algunas de fuera. Por ejemplo, ‘Los veganoides’ brindaron su letras más verdes por Palillero y Novena, mientras que ‘Aquí tor mundo manga’, unas japoneas muy gaditas se posicionaron por Montañés.

En Correos cantó la agrupación de Mérida ‘Me lo va a come to’, frente a la que por cierto se oían los impertinentes bafles del puesto que vendía Cds, nada apropiado en este señero rincón. Muy cerquita estaban cantando la chirigota de los Satisfayer, mientras que en Sacramento esquina con Columela, estababan ‘El que tuvo retuvo’, unos cruceristas pasaditos de edad con muchas ganas de cachondeo.

En El Mentidero el tango se hizo el rey hasta que poco a poco fueron apareciendo las callejeras. En un ambiente familiar y sin grandes agobios, los tangos se pudieron degustar de cerca. Entre amigos, con una copa relajada y algo de avituallamiento, las bateas fueron rodeando la plaza para ofrecer lo mejor de sus repertorios. Los alrededores de esta plaza estuvieron relajados hasta superada la hora de la comida, momento en el que empezaron a aparecer las callejeras, teniendo como epicentro el espacio formado por las calles Navas, Soledad, Virgili y la plaza Viudas. Frente a la Taberna El Ocho se situó la chirigota ‘Silicon Cadi’, unos superdotados que consideran que el sexo está sobrevalorado. Tanto que hasta explican que solo han tenido tres relaciones en su vida.

Unos pocos metros más adelante les daba la alternativa la chirigota ‘Los Pimpinelas’, unas parejas que no paran de tirarse los trastos, aunque al final siempre triunfa el amor, hasta el punto de que a ellos les parece una buena idea tener que ir al Ikea.Otra de las ilegales que no faltó a la cita de la calle Navas fue ‘Mago mayor’, la conocida chirigota del Parchís, que arrancó en torno a las cuatro de la tarde para aprovechar el penúltimo día de fiesta. Por su parte, a la misma hora estaba el trío ‘Greta Tumbing y los derrotistas del cambio climático’ en la esquina entre la calle Veedor y Vea Murguía para contar lo que puede pasar con la subida del mar.

Cuanto más avanzaba la tarde, más público llegaba hasta El Mentidero atraído por las callejeras y por los romanceros. Se notaba especialmente cuando empezaron a llegar algunas de las más buscadas. A las cinco de la tarde, el Showmancero congregó a un buen número de personas en la calle Virgili para ofrecer sus ritmos brasileiros con ‘Peña Carnavaleira do Bahía: El Garota’. Con una particular versión de Caleta, una ristra de cuplés geniales, una canción a Kichi, el “menino” de Bahía y su amor por “las sambas”, encandilaron a un público fiel que pudo escuchar sin grandes apreturas.

En la esquina con Viudas se posicionaron ‘Los vengaviejos’, unos particulares vengadores con muchos achaques. En la calle Soledad se encontraba ‘Los gatos de Chernobyl’, conocida como la chirigota del Ukelele, que es otra de las más esperadas cada año. Sus cuplés cortitos, algunos de ellos mutados para rematarlos con dos palabras, brillaron antes de que las miradas se fueran hacia el Carranza.Y muy cerquita, también en la calle Soledad, le dio el relevo ‘Las mayoretes de la calle Brunete’, un particular grupo de majorettes con 86 años que siguen sintiéndose guapas a pesar de tener arrugas y estar cojas y sordas.

De regreso a la calle Navas hasta Cádiz llegaron procedentes de Australia una manada de canguros, koalas y un ornitorrinco huyendo de los incendios forestales. Bajo el nombre de ‘Supervivientes’, fueron capaces de cantar hasta una “guaracha de Melbourne”.

Con el avance de la tarde también se pudieron ver las primeras coplas oficiales del resto de las modalidades. Así, la comparsa ‘La ciudad de Dios’ ofreció un pase a las seis de la tarde en la calle Nueva ante un numeroso público. Además, la cantera ocupó su sitio en Moret gracias a la actuación de la chirigota juvenil ‘La casa de papel colorao’.

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